-Vete de mis tierras, Cid,
mal caballero probado,
y no vengas más a ellas
desde este día en un año.
- Pláceme, dijo el buen Cid,
pláceme, dijo, de grado;
tú me destierras por uno,
yo me destierro por cuatro.
Ya se parte el buen Cid,
sin al rey besar la mano,
con trescientos caballeros,
todos eran hijosdalgo,
todos son hombres mancebos,
ninguno no había cano;
todos llevan lanza en puño
y el hierro acicalado,
y llevan sendas adargas,
con borlas de colorado;
mas no le faltó al buen Cid
adonde asentar su campo.
Con estos versos y con estos humos partía al destierro don Rodrigo Díaz de Vivar allá por el siglo XI, según los romances. Ayer tarde se revivieron estas escenas muy cerca de la iglesia de Santa Gadea, ante el Arco de Santa María y desde las márgenes del Arlanzón. Y si en el medievo ni casas ni mesones abrieron las puertas al que en buena hora nació, y tuvo que partir entre silencio y bajo un sol abrasador, en esta ocasión varios miles de burgaleses y asombrados turistas arroparon y aplaudieron la partida del orgulloso y valiente Campeador. Además, a sabiendas de que sus bravas palabras autodesterrándose por cuatro años se las llevará el viento por esas tierras en disputa entre moros y cristianos y que en 2015 volverá a pasear su historia y su épica por el centro de la ciudad.
éxito en crecimiento. La sexta edición del Fin de Semana Cidiano, organizado por la Federación Provincial de Hostelería, la Asociación Burgalesa Amigos del Caballo y la empresa OTR (Operador Turístico de Receptivo), puede calificarse de gran éxito, a juzgar por la opinión general del público y de las asociaciones y mercaderes participantes. El buen tiempo ha sido un aliado imprescindible.
La eficiente y entusiasta puesta en escena de los diversos eventos cuenta con un aliado muy especial, valorado sobre todo por los turistas: el lugar físico, desde el Solar del Cid hasta las márgenes del Arlanzón, pasando por la Catedral y sus plazas, San Nicolás, el Espolón, los puentes de Santa María y de San Pablo, el Arco de Santa María. Huele a Edad Media.
Ahora toca descansar, valorar lo realizado, ver qué se puede mejorar y ampliar algunos actos. En la Jura de Santa Gadea, por ejemplo, el público quería más.
A buen seguro que el Cid regresa al año que viene con novedades.