El proyecto de construcción en suelo rústico de una balsa de almacenamiento de lodos de depuración en una parcela de Cañizar de Argaño, localidad que pertenece al municipio de Isar, ha generado un movimiento de rechazo en los vecinos de la zona y en varios ayuntamientos, que han presentado alegaciones al proyecto y unas trescientas firmas en las que muestran su rechazo por el impacto ambiental, en especial malos olores, que puede originar.
En estos momentos, apunta el alcalde de Isar, Alberto López, el Ayuntamiento está tramitando la solicitud de autorización de uso excepcional de suelo rústico para construir la balsa y la correspondiente licencia urbanística, que promueve un particular que adquirió la finca en la que se ubica una granja de cerdos de Degesa y en la que ya existía una pequeña balsa para depositar los purines. «La balsa se ha construido sin permiso alguno y la tramitación ambiental del expediente se encuentra en la Junta desde hace quince días», afirma López, quien recuerda que en agosto del año pasado la junta vecinal de Cañizar detectó que una de las viejas balsa de la granja se había vallado y hecho más grande, a la vez que se había forrado con una lona de plástico.
Desde el Ayuntamiento de Isar, que tuvo conocimiento de los hechos a través de una denuncia formulada por el Servicio de protección de la naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, se remitió un escrito al propietario, «que tiene arrendada la balsa, exigiendo lo que es normal en estos casos, como por ejemplo la solicitud de licencia de obra y todos los trámites administrativos para ejecutar el proyecto». A raíz de ese escrito-denuncia, el propietario presentó la autorización en suelo rústico y la petición de licencia ambiental para la actividad a desarrollar, es decir almacenar lodos urbanos procedentes de plantas depuradoras de la provincia.
«Ahora mismo la Junta de Castilla y León es la que está tramitando la licencia medio ambiental, con la oposición total del Ayuntamiento de Isar y de las juntas vecinales de Cañizar de Argaño, Villorejo y Palacios de Benaver, además del Ayuntamiento de Villanueva de Argaño», declara López.
300 alegaciones vecinales
Además del rechazo de las entidades locales, también se han presentado por vecinos y particulares unas 300 alegaciones en contra del proyecto de impacto ambiental presentado por el propietario ante la Administración regional.
Al margen de la tramitación ambiental, el expediente también se encuentra en el Ayuntamiento de Isar solicitando la autorización para construir la balsa, «pero lo que pasa que han comenzado la casa por el tejado, primero hicieron la obra, sin pedir permiso al municipio, y ahora tramitan la declaración de impacto ambiental, y si esa es positiva tendrán que pedir la licencia de obra». Cuando ocurra esta última circunstancia, la intención del alcalde es denunciar al solicitante «porque ya ha hecho la obra sin esa licencia y sin permiso. Eso es lo que haremos con independencia de que luego le demos el permiso».
El deseo de todos los ayuntamientos y vecinos de la zona es que no se haga la balsa y si se hace que sea en unas condiciones buenas para todos, pero ahora mismo según está el proyecto consideramos que no es bueno para los pueblos», afirma el alcalde Isar, quien confía en que «la Junta, que es la que al final tiene que decir sobre la viabilidad ambiental del proyecto, no conceda autorización, es decir no apruebe la declaración de impacto ambiental».
Animales muertos
Por otra parte, un grupo de vecinos de la zona denunciaron hace unos días ante el Seprona que en la balsa había aparecido varios animales muertos, al parecer dos raposos y un gato salvaje, especies protegidas, ya que al parecer entraron por debajo del vallado que rodea elrecinto y cayeron al agua que se acumula en la balsa sin que pudieran salir de ella.