Ha hecho el Camino en una veintena de ocasiones, además de haber publicado, personalmente o en equipo, 12 libros sobre la ruta jacobea, amén de artículos, entrevistas, reportajes y trabajos documentales. Desde 1993 es el coordinador de la editorial Anaya para la Guía del Camino de Santiago. Ya solo por ese currículum, Antón Pombo sabe de lo que habla y de la evolución de esta ruta, por eso hay que tomarse muy en serio cuando alerta de las nuevas modas de hacer el camino, que se alejan del sentido tradicional de peregrinación, experiencia personal o introspección, y se convierte en otra cosa, dice, «en experiencias deportivas, de senderismo, de ir a encontrarse con gente o de hacer turismo de bajo coste».
Hoy, Pombo recibirá en Belorado el Premio Internacional Aymeric Picaud que creó hace tres años la Liga de Asociaciones de Periodistas del Camino de Santiago y que anteriormente recibieron la italiana Carmen Pugliese y el año pasado Carlos Meneos, en Santiago de Compostela y Pamplona respectivamente. Pero antes del acto en la villa beliforana esta tarde, Pombo compareció ayer en Burgos para decir cosas muy interesantes. Así, este coruñés lamentaba que actualmente se está diseñando un camino por personas que no conocen la realidad intrínseca de lo que es la peregrinación jacobea tradicional, con una visión más turística y que es ajena a la tradición milenaria de la vía. «Si algo hace grande el Camino e internacional es porque es abierto a todo el mundo, con una capacidad enorme de transmitir mensajes y aportar enseñanzas», argumenta para añadir que la ruta no es un producto de consumo rápido, y que si por algo ha permanecido a lo largo de la Historia no es por casualidad, sino porque es una experiencia fuerte, espiritual y con mucho sentimiento.
Otro capítulo al que dedicó algunas palabras Pombo fue el de la protección material del Camino, por ello pide rigor cuando se ejecuten infraestructuras. «Un bien declarado Patrimonio Mundial se merece un respecto muy grande».
Por otra parte, Pombo mostró su preocupación por lo que llamó devaluación progresiva del trazado francés, con un descenso considerable de peregrinos, lo que puede llevar a una crisis del Camino, y también por el abandono de muchos peregrinos del tramo entre Burgos y León, alentado por intereses que restan importancia al paisaje castellano, «percepción equivocada», remata este doctor en Historia Contemporánea. Estas dos cuestiones tienen mucho que ver con los intereses turísticos y económicos. Pombo cree que puede ser legítimo que muchos quieran un trozo de la tarta, pero no puede ser a costa de «amputar» el Camino. El acto de hoy en Belorado será a las 19 horas. El Premio consiste en una edición facsimilar del Codex Calixtinus (De la Universidad de Salamanca), realizado por la editorial burgalesa Siloé.