La idea de hacer un museo del ferrocarril en Miranda aprovechando los fondos que conserva el ferroviario Julio García y su familia lleva años dando vueltas, y ayer dio una nueva en Madrid, donde la alcaldesa, Aitana Hernando, mantuvo un encuentro con el Director de Estaciones del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Carlos Ventura. En ella la regidora pretendía hacer fuerte la petición para que no se derribara el edificio de Lamparería (ubicado en la estación y en mal estado de conservación) y así acordar una cesión que permitiera rehabilitarlo e implantar allí el museo. Pero eso no ocurrirá, ya que el ADIF empezó ayer unas obras en la estación que contemplan inexorablemente la demolición de este inmueble y de la llamada ‘Casa Blanca’.
La justificación del ente púbico es que Lamparería está en muy mal estado y no puede conservarse, y añade que es necesario su derribo por «razones técnicas» vinculadas a las obras de mejora de accesibilidad que se ejecutan. Con el no del ADIF a preservar este edificio la alcaldesa lidió ayer, y planteó otra alternativa para poder emplazar el museo en un edificio ferroviario del complejo de la estación. Así que puso sobre la mesa la cesión del inmueble que preside la plaza, un antiguo edificio de viajeros (llamado estación de segunda clase) que en el año 2011 fue rehabilitado y está desde entonces sin uso.
El inmueble, de valor arquitectónico e histórico, fue levantado en la segunda mitad del XIX y tiene una pega importante para poder ser cedido para el museo, ya que el ADIF tiene como un uso futuro el de nueva estación para la alta velocidad. «Lo que hemos planteado es que estudien la opción de hacer una estación para el AVE en otro lugar, y podamos llegar a un acuerdo para aprovechar este edificio para el museo, que considero que sería su emplazamiento ideal», manifiesta Hernando.
La idea de hacer una nueva estación para el AVE no es nueva, y ya el ADIF la contempló (llegando incluso a licitar un estudio informativo) pero frenó el proceso por el enorme retraso en la llegada del AVE a la ciudad y por la carestía del mismo, abriendo la puerta a aprovechar este edificio de segunda clase para el AVE, ya que además linda con una de las vías por las que pasará la alta velocidad.
«Nos trasladan que hay pocas alternativas para la estación del AVE al margen de este edificio que planteamos para el museo, pero queremos que se estudien», dice la alcaldesa. También lamenta que se derribe el de Lamparería, ya que cree que es un edificio que podría rehabilitarse para su uso como museo. «Es un inmueble a conservar, no solo para el museo, sino que tiene un valor como edificio, por sus historia y emplazamiento, y la demolición romperá además la estética del conjunto de la estación, que creo que debería mantenerse», dice.
Los trabajos que han empezado pretenden dotar a la estación de ferrocarril de una mejor accesibilidad. Para ello se van a construir dos ascensores dando acceso a las vías que mayor uso tienen. Además de esta mejora en los accesos, se han previsto otras actuaciones en los andenes de la estación para mejorar el acceso a los trenes, como el recrecido de los de las vías 4 y 6 y la mejora de los bordillos.
En paralelo se pretenden acometer obras de acondicionamiento general de los andenes y de las zonas de paso, e igualmente seintervendrá para la mejora de los acabados exteriores del edificio de viajeros, con actuaciones como el pintado de las marquesinas, la mejora de la iluminación en los andenes y un nuevo cerramiento para la estación, incorporándose una nueva señalización. La obra costará algo menos de 900.000 euros y durará casi un año.