El Tren de Alta Velocidad (TAV) entre Burgos y Vitoria está en serio peligro. La voz de alarma la acaba de dar elGobierno de Euskadi, ante el temor de que la Y vasca se quede totalmente aislada, tanto en su conexión hacia Madrid por la meseta castellana como hacia el Mediterráneo por Pamplona. Temen que, como ha ocurrido en Navarra, se descarte totalmente el nuevo corredor y se opte por un tercer carril, paralelo a la línea actual, por el que circulen los AVE.
La propuesta para hacerlo en el enlace del País Vasco con Navarra surgió del Gobierno de Navarra y ha sido aceptada por el Ministerio de Fomento. El tercer hilo tendrá ancho de vía europeo, por lo que será valido tanto para transporte de pasajeros como de mercancías. La razón esencial es el ahorro económico, calculado en 550 millones de euros.La instalación de un kilómetro de tercer carril ronda el millón de euros si no hay que cambiar traviesas, 2 si hay que hacerlo, frente a los casi 10 millones del TAV.
El tramo de 70 kilómetros de alta velocidad inicialmente proyectado entre las localidades de Pamplona y Castejón costaría unos 675 millones de euros. Con su propuesta de ancho europeo se reduciría a unos 125 millones, según los datos facilitados ayer por los parlamentarios de Izquierda-Ezquerra Marisa de Simón y Txema Mauleón, y el responsable del grupo de trabajo de Medio Ambiente de I-E, Julen Mendiguren, recogida por Europa Press.
Oficialmente, ni Fomento ni el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) han hecho anuncio o movimiento alguno. Pero la última intervención de la ministra Ana Pastor en el Congreso de los Diputados, el 17 de abril ante elPleno, contribuye a sembrar más dudas.Por un lado, realizó una explícita defensa de la Y vasca, que calificó de «prioridad» para el Gobierno de Rajoy, además de añadir que a los 190 millones incluidos en los Presupuestos de 2013 se suman otros 350,7 aportados a través del cupo vasco.«Esto supone que la Y vasca va a recibir cerca de un 15% de las inversiones de alta velocidad que se van a ejecutar en 2013», apostilló.
Frente a esos 540 millones, el tramo Valladolid-Burgos-Vitoria recibirá 130. Frente a la profusión de datos del estado de las obras y los próximos pasos en Euskadi, se limitó a comentar que sus tramos se encuentran «en distinta situación, por lo que se está trabajando en su puesta en valor por fases». Nada esclarecedor.
Y frente a esas vaguedades se contraponen los hechos. En el tramoBurgos-Vitoria no ha habido ni un solo avance tangible desde que a mediados de 2009 se adjudicaron todos los proyectos de redacción de las obras en los 11 subtramos (ver gráfico superior). Inicialmente, tenían un plazo de 12 meses cada uno, aunque luego se vio incrementado por la introducción de modificados para alcanzar velocidades máximas superiores a los 220 km/h previstos.
Es más, el único movimiento ha sido negativo.El 19 de julio de 2012, el BOE publicó la renuncia al proyecto para la estación de alta velocidad de Miranda de Ebro, que había sacado a licitación por 700.000 euros.La explicación fue su falta de urgencia, por el retraso del corredor que justificaría esa obra.
Los parlamentarios socialistas por Burgos Luis Tudanca (Congreso) y Ander Gil (Senado) se han interesado por esta obra sin mucho éxito. Las últimas respuestas del Gobierno, de marzo y abril, sostienen que «los proyectos constructivos están adjudicados y en fase de redacción».O sea, que ni siquiera se han terminado, por lo que no se pueden sacar a licitación las obras y menos aún «precisar una fecha estimada» para su finalización.
Las conclusiones son claras.Si en Navarra, con uno de los 5 subtramos de la línea Pamplona-Castejón ya en obras, se han paralizado la empresa y reducido a un tercer carril; que no se podrá hacer en los cerca de 100 kilómetros entre Burgos y Vitoria, donde ‘solo’ se han gastado 15 millones en la contratación de ingenierías y se pueden ahorrar mucho dinero, túneles (el desfiladero de Pancorbo) y quebraderos de cabeza.