Los permisos para reformar pisos se incrementan un 8,6% en un año

G.G.U. / Burgos
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El Ayuntamiento tramitó en 2012 1.808 permisos de obra menor y en 2013, 1.979

La dificultad para conseguir crédito con el que financiar la compra de vivienda nueva incentiva las reformas. - Foto: Patricia González

 
Las complicaciones que suele conllevar hacer una reforma en casa eran hace años motivo de peso suficiente como para que, ante el desgaste de la vivienda por el uso continuado, muchas personas decidideran comprar una nueva propiedad sin plantearse siquiera mover una baldosa de la que ocupaban en ese momento. Pero la crisis y la dificultad para conseguir crédito que financie una nueva compra han provocado un cambio de tendencia en este sentido y han hecho que las reformas ganen cada vez más terreno. De hecho, hasta el pasado 25 de noviembre se habían tramitado en el Ayuntamiento 1.979 expedientes de obra menor y reforma, una cifra que ya supera en un 8,61% a los permisos de este tipo tramitados en todo 2012. La obligación de pasar la inspección técnica de edificios también ha incentivado obras.
El motivo de este cambio de tendencia es fácil de entender: comprar vivienda supone una inversión de incluso varios cientos de miles de euros y una responsabilidad durante décadas y una reforma no. Se consideran menores aquellas intervenciones en las que no se modifican estructuras y que, por lo tanto, no están sujetas a proyecto técnico. El presupuesto para este tipo de mejoras se puede condicionar a los ahorros de los que se disponga en el momento, a la urgencia o a las necesidades, pero, en cualquier caso, por un total de entre 40.000 y 60.000 euros se puede hacer una obra de calado que permita renovar la vivienda sin prolongar la preocupación de los propietarios durante lustros. A esto hay que añadir que, al igual que ocurre en las operaciones de compraventa tradicionales, la crisis tambien ha permitido que el propietario dispuesto a embarcarse en una obra en casa pueda ajustar más el monto total del presupuesto que hace seis o siete años, cuando las empresas dedicadas a reformas no daban abasto. Podría decirse que ahora hay más factores que juegan a favor de la realización de lavados de cara en casa. Al menos, esa es la opinión de la concejala responsable del área de Licencias, Dolores Calleja, quien considera que las cifras que maneja la concejalía hasta la fecha son indicios indudables de que ahora se ponderan con más calma los pros y los contras de reformar y comprar. Y si hasta el pasado 25 de noviembre se habían tramitado 1.979 expedientes de obra menor frente a los 1.808 de todo 2012 es muy posible que a finales de año  la cifra ronde los dos millares.
No obstante, también hay que tener en cuenta que no todos los expedientes tramitados se refieren a intervenciones en viviendas. Hay de locales de hostelería o permisos solicitados por comunidades de vecinos, que aprovechan el momento para hacer chapuzas pospuestas durante mucho tiempo o a las que, por el contrario, no les queda otro remedio que acometer algunas mejoras en elementos comunes para eliminar barreras arquitectónicas o para introducir algunas mejoras obligadas por la ley.
 
inspecciones técnicas. Algunos de estos permisos solicitados por comunidades de vecinos tienen como objetivo ejecutar algunas modificaciones que permitan al inmueble superar la Inspección Técnica de Viviendas, obligatoria desde el año pasado y organizada en plazos determinados por el año de construcción del inmueble. En este sentido, sería en todo caso obras de poco calado, que no conllevaran la necesidad de presentar un proyecto y mover estructuras. En ese caso, ha de solicitarse otro permiso que no se engloba dentro de los de obras menores, sino en reformas u otro tipo. En cualquier caso, lo cierto es que la asunción de que todo inmueble tiene que superar una revisión que determine el grado de conservación del inmueble, ha animado a muchas comunidades a adelantarse a la inspección, según explica la responsable de Licencias, Dolores Calleja.
En este sentido, la concejala explicó que de los 336 edificios incluidos en el listado que determinaba quienes tenían que presentar antes de abril de 2013 la documentación que acreditaba que se había pasado la inspección, lo han hecho de manera voluntaria las comunidades de 292 de estos inmuebles construidos entre 1300 y 1892. Es decir, el 86,9%. De todas ellas, han sido favorables 182 (54,1%) y desfavorables un total de 46 (13,6%). A esto hay que añadir las que se consideraron exentas por haberse sometido a una rehabilitación integral con anterioridad: 49. En esta primera fase también afloraron siete ruinas.
Calleja señaló que en los casos en los que la inspección es desfavorable, la comunidad de propietarios está obligada a realizar las obras que se le exijan y a mandar los comprobantes de que se ha cumplido con lo que se pedía. Y en este sentido, destacó que para las comunidades es mucho más conveniente arriesgarse a no superar el trámite que no pasar el examen. «Si es desfavorable no pasa nada, pero si no se pasa la inspección hay una sanción, que siempre es más costosa que el examen», señaló la concejala.
En el siguiente listado de edificios sujetos a inspección con anterioridad a enero de 2014 (los construidos entre 1898 y 1940, aproximadamente) se incluye un total de 1.240 y a fecha de 12 de noviembre habían pasado voluntariamente la inspección un total de 289. Es decir, el 24,5%. «Esperamos una avalancha de aquí a final de año», concluyó.