Decenas de arandinos secundaron ayer la concentración convocada en la plaza del Trigo por las asociaciones de vecinos de la localidad para unirse a la marcha reivindicativa organizada por la Plataforma Soria ¡Ya! y al resto de los municipios por donde pasa la N-122 con el fin de exigir que se agilice su desdoblamiento.
«Hoy todos juntos alzamos la voz. La hemos levantado muchas veces, pero se nos ha oído poco, y no callaremos hasta que se nos escuche y la N-122 se convierta en la Autovía del Duero», expresó Pilar Juez, encargada de leer el manifiesto de una cita cuya afluencia, mucho menor de la esperada, se achacó a la precipitación de la convocatoria. Por la movilización solo se dejaron ver representantes de partidos como IU y Ciudadanos, del sindicato CCOO, de la asociación de empresarios, de municipios ribereños como Caleruega y se echó mucho en falta el apoyo institucional tanto del Ayuntamiento de Aranda como del resto de municipios más directamente afectados.
El movimiento ciudadano recordó que de los 207 kilómetros que separan Soria de Valladolid, solo han ejecutado 24, a una media de kilómetro por año desde que se planteó el proyecto incluido en el Plan Estatal de Infraestructuras 2000-2009 con una inversión de más de 547 millones de euros.
Las asociaciones denuncian este injustificable rechazo pese a que la N-122 tiene en muchos de sus tramos una intensidad cercana a los 6.000 vehículos diarios, uno de cada cuatro pesados. Además, según datos del RACE, el tramo de mayor riesgo en toda España es la N-122 en la provincia de Soria (entre el km 189 y 191, cuesta del Temeroso), con 130 accidentes en los últimos años. Sin olvidar los múltiples percances entre Aranda y Valladolid, como el letal siniestro ocurrido hace dos años en Castrillo de la Vega donde tres personas fallecieron y cuatro quedaron graves.
Hace tres años estas agrupaciones ya enviaron un escrito a la ministra de Fomento, Ana Pastor, y a la Junta participándoles su preocupación por la peligrosidad de esta vía. Una circunstancia que podía estar afectando al déficit de facultativos y sanitarios en el Hospital de los Santos Reyes, ya que varios médicos y enfermeras acuden diariamente a trabajar desde Valladolid y advertían «si nos sale plaza en Valladolid, no arriesgamos la vida en la carretera».
Evidencian que el coste para la finalización de la A-11 en el tramo Soria-Aranda excede los 260 millones de euros, por lo que si se mantiene el ritmo de los 24 millones consignados en el proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2015 se necesitarían otros 10 años para verlo ejecutado. «Es decir, hablamos de 2025. Pero y es que ¿y la otra parte, Aranda-Valladolid, donde aun hay tierras sin expropiar? ¿De qué año hablaremos?», se preguntan.
Consideran esta asignación «insuficientes migajas» y exigen que al menos para el próximo año se consigne el 25% del total de los 260 millones, es decir como mínimo 65 millones, que el 40% se planifique para el ejercicio de 2016 y el 35% restante para 2017.
Los vecinos recriminan que mientras cada kilómetro de esta autovía ronda los tres millones de euros, en el caso del AVE a Galicia se multiplica por seis y prosigue su ejecución. Por ello entienden que a nadie debería asustarle invertir 500 millones de euros en pocos años para culminar la A-11 «cifra -señalan- que a cualquier ciudadano puede parecer astronómica pero que es una migaja en comparación con las inversiones que han realizado en los últimos 25 años en vías de comunicación terrestres en España, e incluso de las que siguen a pesar de la crisis».
Y denuncian que aunque Europa envió hacer muchos años dinero para hacer esta autovía por intereses políticos, siendo Juan José Lucas presidente de la Junta, se desvío a hacer la autovía entre León y Burgos «a pesar de tener estar carretera en aquel tiempo la mitad de tráfico que la N-122».
El movimiento vecinal advierte de que la A-11 es un eje fundamental para vertebrar el Norte de España por lo que «es urgente y necesaria» su finalización, incluidos los 35 kilómetros conflictivos que afectan al viñedo «donde no deben -subrayan- prevalecer los intereses privados sobre los públicos» dando prioridad a los puntos negros para evitar que no haya un solo muerto más. Y emulando el slogan soriano, abanderan el ¡Aranda existe! «porque a nivel de infraestructuras estamos muy dejados y mientras otros tienen AVE Aranda no dispone ni de un mísero tren».
Las asociaciones han emprendido una campaña de recogida de firmas, ayer a través de mesas, a la que ya se han sumado miles de ciudadanos que finaliza el jueves.