El veterinario e investigador Luis Alberto Parra Sánchez, presidente de la Asociación Micológica Arandina, acaba de sacar a la luz el segundo volumen de una monografía sobre el género Agaricus en Europa, conocido popularmente en la zona como hongos y genéricamente en toda España como champiñones, un exhaustivo trabajo dirigido a los especialistas que le ha llevado cinco años de trabajo y que es una continuación del libro que presentó en 2008.
La obra, titulada Agaricus L. (ligneo) Allopsalliota Nauta & Bas, ha sido publicada por la editorial especializada italiana Candusso Edizioni, de difusión internacional, en una edición bilingüe castellano-inglés que ha sido traducida por Edmundo Grillo, y constituye el compendio más completo sobre esta tipología micológica en el Viejo Continente.
Si el primer volumen incluía 35 especies y no aportaba ningún descubrimiento, este incorpora otras 55 especies, de las cuales 12 son nuevas, descubiertas por Luis Alberto Parra, quien a la hora de bautizarlas se las ha dedicado a los amigos, a la familia y a las madres: el Agaricus moelleroides, Agaricus greuteri, Agaricus indistinctus, Agaricus arrillagarum; Agaricus callacii, Agaricus friesiamus, Agaricus edmondoi, Agaricus gemlii; Agaricus jacobi; Agaricus kerriganii, Agaricus marisae y Agaricus matrum.
Todas ellas proceden de España, salvo el Agaricus friesiamus, que ha sido encontrado en Suecia e Italia, son comestibles, a excepción del Agaricus moelleroides, y varias de ellas se localizan en la Ribera del Duero. Una gran proliferación de descubrimientos, que Luis Alberto Parra atribuye a que hasta ahora el encinar ha sido un hábitat muy poco estudiado por los micólogos centroeuropeos porque es mediterráneo y el se ha metido de lleno.
«Muchas personas creen que solo hay una especie que es el hongo, cuando a través de toda esta monografía de Europa, que ya hacía falta porque la primera fue de Alberto Cappelli en 1984 y después de 30 años necesitaba una revisión y actualización, han salido 90 especies, con lo cual se ha aumentado considerablemente la riqueza de este género a nivel continental y una única de otro género que está muy relacionada con él que es la Allopsalliota», explica Parra, a la hora de justificar el interés de su propuesta bibliográfica.
REBAUTIZADAS. La obra ha tipificado además otras cuatro especies que ya existían pero cuyo concepto era un poco ambiguo o confuso para que a partir de ahora sea claro e introduce tres novedades nomenclaturales de especies preexistentes, rebautizadas en algunos casos porque figuraban como variedad y Luis Alberto Parra las pasa a especies.
La obra se está distribuyendo ya con gran éxito por todo el mundo, incluyendo mercados como el estadounidense o el chino. «Interesa a todos los micólogos del mundo, porque si quieren ellos también identificar un nuevo Agaricus aunque sea en Asia primero tienen que descartar que no esté estudiado y descrito en Europa», justifica.
El libro tiene 1.168 páginas, pesa tres kilos, lleva 616 fotografías en color y 67 láminas antiguas, algunas de ellas de 1893, y 119 figuras a tinta realizadas por el propio Parra. Además, se han incorporado algunos árboles filogenéticos, puesto que a todas las especies se les ha analizado el ADN.