La ubicación del Polo de Promoción y Desarrollo en Burgos fue una «decisión personal» de Francisco Franco, que entendió este proyecto como un «acto de justicia distributiva» y una forma de agradecimiento a la ciudad que fue sede de gobierno durante los años de la Guerra Civil. Sin esa voluntad del dictador, unida a la ubicación estratégica natural, la ciudad industrial que hoy tenemos no hubiera sido posible. Así lo confirman los documentos inéditos de la Gerencia del Polo y los archivos audiovisuales de Televisión Española recuperados que serán mostrados en la exposición ‘Burgos. Ciudad Industrial. 50 años del Polo de Promoción y Desarrollo 1964-2014’, que se inaugurará este viernes en el Fórum Evolución.
Guste o no, la decisión última del general Franco posibilitó que el 30 de enero de 1964 Burgos fuese declarada Polo de Promoción Industrial. «Somos la ciudad que somos» por esta declaración, explicó ayer el comisario de la exposición, el doctor en Geografía Humana Gonzalo Andrés López, quien considera que el Polo creó «un nuevo Burgos». Le acompañó la concejala de Promoción Industrial, Carolina Blasco.
La muestra, en la que colaboran 40 empresas y que estará abierta al público hasta el 7 de enero, desgrana este extraordinario cambio en tres grandes bloques, que persiguen el objetivo de dar a entender al visitante «cuándo y cómo Burgos se convirtió en ciudad industrial».
Antes de 1964, como se detalla el primer bloque, los únicos vestigios industriales databan de los años 30 y 40, cuando aparecen las primeras empresas manufactureras. «Aquí la industrialización llegó muy tarde» y lo hizo en torno a nombres ya históricos como la Fabril Sedera, la Cellophane, la Sesa o la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. En el Fórum se podrán ver fotografías originales sobre cómo se fabricaba entonces.
El bloque central se centra en la ‘década prodigiosa’, de 1964 a 1974, cuando la ciudad estuvo bajo el influjo de las ayudas económicas contempladas en el Polo, lo que facilitó la instalación de 93 empresas (30 aún siguen operativas) y la creación de 12.700 puestos de trabajo. «En esa década las inversiones se multiplicaron por 200 y 300 en relación a lo que ocurrió a finales de la década de los 50», detalla Gonzalo Andrés.
En diferentes paneles se explicará detalladamente las empresas que se instalaron, las ayudas que recibieron, las producciones, la urbanización de los polígonos, los efectos sociales del Polo «que transformó de una forma radical la vida de las familias».
Además de fotografías históricas, este bloque se enriquece con material audiovisual original de Televisión Española. «Son más de una hora de documentos filmados en los años 60, que en su mayor parte no se habían visto hasta ahora y que estaban sin ‘telecinar’ (sin pasar a cinta) y que han sido rescatados de la Filmoteca Nacional».
Una de estas películas, detalla el comisario, ha servido para atestiguar y confirmar, en palabras del entonces ministro Laureano López Rodó, «las razones por las que Burgos tuvo un Polo». Otras imágenes muestran cómo se construyeron las empresas, cómo se instalaron las primeras máquinas...
Nueva ciudad
La exposición se centra en su último bloque temático en la ciudad que surgió del Polo. «Pasó de apenas 500 hectáreas en los años 50 a más de 2.000 en los 80. Se multiplicó por cuatro su extensión en apenas 15 años». Sorprende, a tenor de las dificultades por las que atraviesa ahora Villalonquéjar IV, que los dos polígonos urbanizaron 700 hectáreas en apenas 3 años...
Un catálogo editado por el Ayuntamiento recoge las más de 500 fotos (más de la mitad inéditas) y documentos gráficos que se pueden consultar en la exposición. El trabajo es una memoria gráfica comentada, enriquecida con cartografía en cuya elaboración ha colaborado el Gabinete Técnico del Ayuntamiento del Área de Información Territorial.
Las 40 empresas que han colaborado en la muestra han cedido documentos y objetos históricos vinculados a su historia, como el primer neumático que fabricó Firestone en Burgos.