El fallecimiento de Francisco Montoya Ramos (Castrillo de Río Pisuerga, 1932), el primer presidente democrático de la Diputaciónde Burgos, ha causado un profundo pesar en la capital y provincia, en especial entre las personas que coincidieron con él en la institución provincial, en el Ayuntamiento de Burgos, de cuya Corporación formó parte entre 1979 y 1983, o en la Jefatura Agronómica del Ministerio de Agricultura.
Comprometido con esta tierra, Montoya Ramos desarrolló una intensa labor en toda la provincia durante la incipiente democracia bajo las siglas de UCD y entre sus logros cabe destacar la consecución de la Denominación de Origen Ribera del Duero, la primera edición de la Vuelta Ciclista a la Provincia, la Escuela Agrícola de Albillos, la restauración del Consulado o el rescate, junto al Ayuntamiento, del Palacio de la Isla, pero también será recordado por pisar el barro de una provincia decaída por la emigración hacia las grandes ciudades y por la carencia de servicios esenciales. Bajo su mandato se realizaron numerosas obras de electrificación, pavimentación y traída de aguas.
Montoya Ramos estudió en los maristas y su vocación le llevó a ser ingeniero agrónomo, profesión que llevó en el alma y que transmitió a una de sus hijas, Elena Montoya, con la que acudió en febrero a la Diputación para presentar el libro El viñedo en la historia de la agricultura burgalesa.
Francisco Montoya, en los primeros años de la democracia, trabajó con ilusión por la provincia. - Foto: Luis López Araico En marzo de 2011,Montoya Ramos, junto a otro ex presidente, Tomás Cortes, que le sucedió en el cargo, y la viuda del ex presidente ya fallecido José Luis Montes, así como muchos exdiputados provinciales de los últimos treinta años, recibió un emotivo homenaje de la Diputación. En aquella ocasión, en un acto presidido por Vicente Orden Vigara, Montoya Ramos manifestó que «el tiempo no ha podido borrar las huellas que dejamos caminando por el barro de muchos de nuestros pueblos» y se mostró orgulloso de los cimientos que dejó esa Corporación, así como el papel que desempeñó la misma en la elaboración del Estatuto de Autonomía.
Además de presidente de la institución provincial y concejal del Ayuntamiento de Burgos, Montoya Ramos, entre 1983 y 1986, fue procurador en Cortes por el Partido Demócrata Liberal, acabando allí su periplo por la política y regresando a su profesión.
César Rico, presidente de la Diputación, aunque no tuvo la oportunidad de trabajar con Montoya Ramos, manifestó que «todas las personas que han dejado su tiempo y esfuerzo en favor de los municipios de la provincia merecen todo el respeto y el reconocimiento, con independencia del partido político al que pertenecen». Además Rico, tras lamentar su pérdida, señaló que «en los últimos tiempos he tenido un contacto más cercano con él a través de su hija, autora de un magnífico trabajo sobre los viñedos de la provincia. Era una persona afable y entrañable».
Mañana lunes se celebrará una misa funeral, a la una del mediodía, en la iglesia de San Lesmes.