Algo se mueve en Iberoamérica

B.G.R. / Burgos
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La conmemoración de las Leyes de Burgos acerca la realidad de los países del otro lado del Atlántico, sin olvidar que esas normas de 1512 fueron el germen de la Declaración de Derechos Humanos

Foto de familia de los representantes de las instituciones y entidades que asistieron a la jornada de ayer en el Fórum. - Foto: DB/Miguel Ángel Valdivielso

El 27 de diciembre de 1512 fueron firmadas en el antiguo convento de San Pablo, donde hoy se levanta el Complejo de la Evolución Humana, las llamadas Leyes de Burgos, unas ordenanzas reales para el buen regimiento y tratamiento de los indios de la recién conquistada América. Cuatro siglos después, aquel texto fue el germen de la Declaración Internacional de Derechos Humanos que promulgó Naciones Unidas en el año 1948. Dos circunstancias que ayer quedaron apuntaladas en el acto conmemorativo de esta efeméride celebrado en el Fórum.

El evento institucional, enmarcado dentro del congreso que se celebra hasta hoy, sirvió para acerca la realidad que vive actualmente Iberoamérica de la mano de representantes de embajadas y organismos nacionales e internacionales, además de para resaltar el orgullo de un pasado con proyección de futuro. Porque muchas son las cosas que han cambiado desde aquellas disposiciones que recogían que los indios eran libres y que tenían la obligación de recibir un salario justo.

Y a esa evolución se refirió uno de los participantes en la jornada de ayer. Fernando García Casas, director de Gabinete de la Secretaría General Iberoamericana (entidad integrada por 22 países), que explicó de forma clara y concisa las fortalezas de esta región, sin olvidarse de citar los desafíos. Entre las primeras subrayó la riqueza de sus recursos naturales, la «consolidación» de las democracias, la imposición de soluciones pacíficas ante situaciones controvertidas, la integración, la fuerza de la sociedad civil o la biodiversidad.

Pero también presentó a América Latina como «parte de la solución a la crisis» actual con un dato llamativo, como el hecho de que la inversión extranjera ascienda a 152.000 millones de dólares o que el crecimiento previsto en la zona supere el 4%, contando además con un «sólido» sistema bancario. Y sin dejar de lado las cifras habló de los 372.000 millones de euros que envían aquellas personas que un día dejaron sus países de origen en busca de una vida mejor.

Los desafíos

Dejando a un lado las fortalezas, que evidencian que «algo ha cambiado en Iberoamérica», se refirió a los desafíos, entre los que consideró necesario un «esfuerzo de distribución» a través de los salarios y la seguridad social, puesto que existen 67 millones de pobres y solo uno de cada cuatro ancianos cobra una pensión. También abogó por mejorar la educación para evitar el abandono escolar (un 45% en Secundaria) y por una reforma fiscal y del Estado, tanto en el ámbito de los servicios públicos, como en el judicial o en el sistema penitenciario. Un listado que completó con mayores infraestructuras y, sobre todo, con la lucha contra el crimen organizado, una de las principales preocupaciones sociales.

De la realidad iberoamericana se pasó al origen de un reglamento rubricado en la ciudad hace 500 años y que «supuso un antes y un después en la Historia del Derecho», tal y como recordó el alcalde, Javier Lacalle, por lo que consideró «importante» su conmemoración «en estos momentos más que nunca». «Nos sentimos muy satisfechos de que Burgos fuese pionera a la hora de acoger esas ordenanzas», agregó el regidor, no sin antes avanzar que «seguiremos trabajando para que se recuerde su significado». De hecho, en las primeras semanas de 2013 se editará un sello conmemorativo y un cupón de la ONCE

En la misma línea, la consejera de Cultura, Alicia García, aseguró que la celebración de esta efeméride «nos hace sentirnos orgullosos del pasado», al que añadió un «componente de futuro» donde Burgos y Castilla y León ocupan una «situación privilegiada».

El acto institucional contó también con las intervenciones de responsables de la Administración central, como fue el caso de Cristina del Moral, representante de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (dependiente de Exteriores), y del concejal de Cultura, Fernando Gómez. Además, estuvieron presentes miembros de la embajada de México, así como representantes  de grupos políticos, y de distintos estamentos y entidades.