Denuncia irregularidades al adjudicar las piscinas de Cilleruelo de Abajo

F. Trespaderne / Burgos
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El arrendatario de los dos últimos años, en un recurso de reposición, manifiesta que la Corporación ha seguido un proceso «notoriamente subjetivo» porque su oferta era mejor

El canon establecido por el Ayuntamiento es de 2.000 euros, el denunciante ofertaba 3.000 y el adjudicatario 2.600. - Foto: DB

«Económicamente era más ventajosa mi oferta», afirma José Luis Gadea, arrendatario los dos últimos años de las piscinas municipales de Cilleruelo de Abajo, quien ayer presentó un recurso de reposición contra el acuerdo de la Corporación municipal en el que se adjudicó a otros vecinos del pueblo la gestión. Desde el equipo de gobierno municipal, el teniente de alcalde, Fernando Quintana, justifica la decisión apuntado que «hemos perdido la confianza en él, se había hecho el amo de las instalaciones y mucha gente se quejó la campaña pasada».

Es más, en la resolución recurrida por Gadea, el alcalde se justifica la  «por disconformidad en la gestión del anterior ejercicio derivado del incumplimiento de horarios, quejas por falta de dedicación del socorrista, por falta de mantenimiento de la depuradora y de las máquinas afectas a las piscinas». Gadea niega estos extremos y afirma que no se puede «justificar y fundamentar la decisión en un criterio que ni tan siquiera aparece en el pliego y en unas circunstancias que no son valorables». Para Gadea, de ser ciertas esas circunstancias, «hubiera bastado con rescindir el contrato en su momento». Para el denunciante, en el fondo, la decisión viene motivada pro que el año pasado «el teniente de alcalde quiso cambiar el precio de las entradas a metida del verano y le dije que no podía pagar lo mismo». El teniente de alcalde insiste en toman la decisión, cone l apoyo del PSOE, por la mala gestión de Gadea, «que no quiso hacer las cuentas al final y no lo denunciamos porque es de pueblo».

Gadea insiste en que el proceso que se ha seguido para adjudicar las piscinas «ha sido notoriamente subjetivo» porque no se han valorado su oferta, tanto la económica (el ofrecía 3.000 euros y la otra oferta es de 2.600) ni las  condiciones de seguridad, número de empleos y otras mejoras.

Mientras se resuelve el recurso, Gadea solicita que se suspenda cautelarmente la adjudicación.