El consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, criticó abiertamente la negociación de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) sobre la reforma local aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros. De Santiago-Juárez fue especialmente duro con «quien ha negociado en nombre de Castilla y León por parte de la FEMP», en alusión a Martínez Maillo, vicepresidente de la federación y presidente de la Diputación de Zamora, de quien dijo que «se ha equivocado radicalmente».
«Han defendido a los grandes municipios y a las diputaciones y se han olvidado de los pequeños», remachó el consejero, quien incluyó en su crítica a la Federación Regional de Municipios, durante su participación en una tertulia política de la Cadena Cope en Castilla y León, donde repasó el proyecto de la Comunidad y el recientemente aprobado por el Gobierno central.
«Algo se ha hecho mal porque el proyecto de ley no ha contentado a casi nadie, quiero saber a quien le gusta», sostuvo.
Precisamente, Fernando Martínez Maillo manifestó ayer en Zamora que «se ha avanzado mucho» desde el inicio del proceso, pero recordó que «es el proyecto de reforma local del Gobierno de España, no el que hubiera querido la FEMP, aunque durante todo este tiempo hemos ido mejorando mucho el texto».
A juicio del consejero, los pequeños municipios son «fundamentales» para Castilla y León pero, reiteró De Santiago-Juárez, «no han sido sensibles con los intereses y necesidades de esta tierra», al tiempo que recalcó que las políticas de proximidad las hacen los municipios pero «hay que financiarlos mejor».
En todo caso, defendió que la Ley de Ordenación del Territorio y la Reforma Local del Gobierno son «compatibles» aunque, reconoció que a Castilla y León «antes no le gustaba nada y ahora le gusta poco», a pesar de haber mejorado en aspectos como el coste efectivo de la prestación de servicios públicos.
Lo que no gusta, afirmó, son los plazos de entrega de cuentas a las entidades locales menores, previsiblemente de tres meses, o de lo contrario desaparecerán. «No tienen tradición de presentar cuentas, hay que ser más flexible».
Por su parte, Maillo sostuvo que «se han clarificado las competencias, se han evitado duplicidades, se ha eliminado el coste estándar para tener en cuenta las singularidades de cada territorio y, al mismo tiempo, se refuerza el papel de las diputaciones en la gestión de los servicios públicos que generen economías de escala y, por tanto, resulten más baratos para el ciudadano, especialmente en agua, recogida de residuos y caminos rurales».
El presidente de la Diputación de Zamora aseguró que la federación sigue trabajando para introducir modificaciones con vistas a la tramitación parlamentaria de la ley. «Es una reforma local hecha en época de crisis en la que se habla, sobre todo, del control económico de ayuntamientos y diputaciones», agregó el también vicepresidente de la FEMP.