Este mirandés es uno de los protagonistas de la exitosa serie de internet ‘Con pelos en la lengua’, cuyos episodios acumulan casi 15 millones de visionados en todo el mundo.
Encontramos al actor mirandés Mario Angulo con las pilas a tope. Y es que en su caso ya ha disfrutado de parte de sus vacaciones. De su ‘chute’ imperdonable de playas, calas, pueblos y gentes en Menorca, isla a la que acude con frecuencia. «Tengo la suerte de que mi hermana vive en Mahón y tengo allí además a mi sobrina, que es algo muy importante para mí. Siempre que puedo me escapo para recorrerme Menorca y visitar todas las playas y calas», confiesa, seguramente con una enorme sonrisa que se intuye en su tono de voz a través de la línea de teléfono.
Le pillamos en Madrid, donde reside y trabaja desde hace años, y donde asegura que no se está tan mal en verano. «La ciudad tiene su punto en agosto, se vacía, no hay colas en el metro, hay sitio en las terrazas... se está muy bien, aunque bueno, también llegan bastantes turistas extranjeros», dice.
En su trayectoria profesional destaca su papel en la serie Con pelos en la lengua, que se emite a través de internet desde hace cinco años. Una serie en la que él, con su papel de Marcos, junto con el resto del reparto y el equipo han conseguido casi quince millones de visionados, convirtiendo este serial en red en todo un fenómeno que se sigue con avidez tanto en España como en toda Latinoamérica.
El trabajo, el de actor, le da tanto épocas de enorme ajetreo como de excesivo relax. Así que aprovecha los momentos de menos actividad profesional para seguir formándose y para hacer alguna escapada. Y tiene claro que la de Menorca es obligada, e incluso de más de una vez al año, «y eso que lo de los vuelos baratos allí está muy mal, no es como a Mallorca o a Ibiza», explica.
La pequeña isla balear «es genial para perderse por ella», dice, y argumenta que se trata de una isla «muy tranquila», recordando que está declara como Reserva de la Biosfera. Eso no la ha librado de los alemanes, «que están como en todo los sitios, pero solo hay un gran complejo vacacional de esos setenteros, lo demás son calas y casitas... está bastante compensado lo del turista alemán allí», asegura.
De sus recuerdo estivales de la infancia dos puntos claves. Uno, los campamentos de verano a los que acudía como integrante de los Boy Scouts. «Estuve durante diez años en campamentos de unos quince días, y allí fui superfeliz, allí he aprendido muchas cosas de la convivencia, del compartir, y he hecho grandes amigos», relata.
El otro punto de sus veranos de niño es la huerta de sus padres, en la carretera de Orón. Unos cuantos metros cuadrados de terreno a las afueras de la ciudad en la que Mario, junto a su familia, pasaba las horas de los vías de verano. «Lo recuerdo siempre como algo muy divertido, todo el día allí, nos llevábamos la comida de casa para todo el día, iban también los amigos de mis padres y los hijos de los amigos de mis padres.... era muy sencillo, no teníamos ni casa ni nada, pero a la vez muy vacacional, y estando muy cerca de casa», recuerda.
Allí ya demostraba que los suyo eran las tablas, y organizaba a los hijos de los amigos e sus padres y a su hermana, les dirigía en obras de teatro y luego cobraban a los padres 25 pesetas por función. «Yo ya lo tenía muy claro», dice.
Llegó la serie
Y de allí a ser un referente de las series en internet, ya que Con pelos en la lengua están teniendo un enorme éxito, tanto que ha entrado en lo que llama «el mundo Zeppelin», recordando que se trata de una productora importantísima a nivel mundial «que se ha dado cuenta de lo importante que es ya el formato internet y que tiene que echar raíces en internet, y esto es ideal para ellos ya que no solo se ve en España, sino que tiene gran seguimiento en Latinoamérica».
Así que la tercera temporada de la serie se ha rodado «por primera vez con dinero», lo que les ha permitido abandonar la casa de Mario [que se reconvertía en el plató de rodaje de los capítulos] para poder hacerlo en un formato, y una calidad, idénticos a una serie de televisión, aunque con formato de internet, con 5 minutos de duración y enorme agilidad.
Es un firme convencido de que «el poder de internet es mucho más grande que el de la televisión, y tenemos gente en México, por ejemplo, que espera a acostarse hasta la cinco e la mañana a que colguemos en la web un capítulo, y eso te da una satisfacción, la expansión es enorme... y además en internet tú te haces tu propia programación», cuenta.
La serie, que trata el sexo, y con ello la vida, de una forma directa y desenfadada, es además una especie de píldora terapéutica para muchos de sus seguidores. Mario, que representa a marcos, un homosexual, cuenta que a través de las redes sociales le identifican como un referente. «Hay personas de otros países menos desarrollados que ven en el personaje al chico europeo que con mucha claridad y espontaneidad sale del armario sin ningún problema al qué dirán, y te toman como una referencia, y es muy bonito poderles ayudar y mandar esos mensajes de apoyo que reciben casi como si fuera oro», narra el actor..
En sus proyectos más inmediatos está una exposición de collages que va a presentar en octubre en Miranda, en el Café Tangente, y también van a crear la figura del videobloguero con los personajes de la serie, compaginando el videoblog con la serie. «Es una manera de ganar seguidores y, como la producción es mucho menos costosa, es una forma de tratar de sacarle rentabilidad». Al tiempo estudia marketing on-line, comuniti manager...
Asia
Sobre sus proyectos y preferencias vacacionales también habla: «Volvería a cualquier ciudad europea, me encantan, me gusta lo poco que conozca de Asia... quiero ir a Vietnam y Camboya», precisa. Eso sí, reconoce que la vida de actor, y la irregularidad de su trabajo, a veces le obligan a largas temporadas sin descanso o a otras con mucho tiempo libre. «Y luego, a veces solo puedo viajar en enero o en otoño... pero no me importa, me adapto bien», dice. Y si no, siempre le queda Menorca, donde si tiene la suerte de pillar un vuelo low cost, le esperan las playas, las calas, los pueblos y la gentes.... además, claro está, de su hermana y su amadísima sobrina.