El alcalde, Javier Lacalle, inició ayer mismo la ronda de contactos informales con las asociaciones vecinales, incluidas las contrarias al proyecto, comerciantes y grupos políticos municipales que integrarán la mesa de diálogo para lograr un consenso sobre el bulevar de Gamonal, tras paralizar las obras durante un periodo de entre 15 y 20 días.
Sin embargo, no lo tendrá fácil. Si bien las partes que ha tanteado hasta ahora han mostrado su disposición a participar en las reuniones, Partido Socialista, Unión Progreso y Democracia, e Izquierda Unida pondrán sobre el tapete que la mejor salida es que la paralización provisional pase a ser definitiva. Las tres formaciones consideran que una modificación del proyecto y la posterior reanudación de los trabajos en la calle Vitoria podría desencadenar un rechazo mayor, tal y como están los ánimos.
Desde la filas del Partido Socialista, su portavoz, Luis Escribano, aseguró que el consenso en ese aspecto es «imposible». «Cuanto antes se acuerde que la decisión es de carácter definitivo, mejor. Es imposible reanudar esas obras», apuntó.
También exigió que cuanto antes se intente que la zona vuelva a la normalidad tras el derribo del vallado perimetral, lo que constituye un peligro porque hay abiertas varias zanjas que se realizaron para el desvío de las canalizaciones. Además, se levanta una enorme montaña de escombros que no pudo ser retirada por las protestas del día siguiente al inicio de las obras. «Es necesario que se adecente la zona de nuevo y se reanude el tráfico rodado, pero implica que las obras no se van a retomar».
Sobre la mesa de diálogo, Escribano transmitió al alcalde que no tiene sentido la presencia de técnicos en ella. «No estamos hablando de un problema técnico, sino político y la solución debe ser política y siempre buscando el máximo entendimiento entre los partidos y los vecinos», añadió.
Por su parte, el portavoz de Unión, Progreso y Democracia, Roberto Alonso, se pronunció en la misma línea y aseguró que el alcalde se equivoca si quiere retomar las obras. «Busca una solución pactada con los vecinos modificando el proyecto de acuerdo con sus necesidades, pero se equivoca porque el estallido social es fruto de una sociedad que esta sufriendo mucho. No se pueden subir los impuestos y luego hacer obras que no son necesarias. Hay que renunciar al bulevar y no volver atrás».
Alonso exigió que las conversaciones de la mesa de diálogo no se dilaten mucho para no «alargar la tensión vecinal». «Es urgente tomar una decisión porque se ha hecho una mala gestión de la crisis que no se puede prolongar más».
Finalmente, desde Izquierda Unida, su coordinador provincial, Pedro María de Palacio, afirmó que la formación solo colaborará con el Ayuntamiento si se paralizan definitivamente las obras. «El alcalde y su equipo solo intentan ganar tiempo con la creación del grupo de trabajo para detener el conflicto, desmovilizar a la ciudadanía y volver a reiniciar la obra dentro de unos días, indicó.
En este sentido, acusó a Javier Lacalle, de falta de credibilidad ante los ciudadanos porque anuncia su disposición a escuchar a las asociaciones vecinales y a la plataforma contra el bulevar cuando no lo ha hecho anteriormente. Además, Izquierda Unida solicita que el Ayuntamiento someta la continuidad o no del proyecto a una consulta popular para que sea «el barrio el que se pronuncie democráticamente si lo quiere o no».
No obstante, el único concejal de IU en el Ayuntamiento, Raúl Salinero, participará en el grupo de trabajo diseñado por el equipo de Gobierno para lograr un consenso respecto a la actuación. En este sentido, el edil reconoció que los ciudadanos pudieron dar su opinión sobre los proyectos presentados al concurso, pero considera que no fue tenida en cuenta.
Sin embargo, añadió que en ningún momento se les preguntó si querían la obra o no. «No obstante, la gente dejó escrito que no se tenía que hacer el bulevar y en la actas del jurado en ningún momento quedó reflejado. Además, no se ha pulsado la opinión de algunas de las asociaciones que integran el Consejo de Barrio».
Precisamente Las Eras de Gamonal, una de las asociaciones vecinales que más ha batallado contra el proyecto del bulevar de Gamonal y que formó parte de la extinta plataforma, se sentará en la mesa de diálogo. De hecho, su portavoz, Ana Moreno, fue la primera en mantener ayer el encuentro informal con el alcalde.
Moreno consideró muy positivo que se llame a todas las partes para lograr un consenso, aunque reiteró que el diálogo llega tarde.
Desde el Consejo de Barrio de Gamonal, que está integrado por 21 asociaciones, la mayoría favorables a la obra, se mostró su total disposición para lograr un acuerdo que satisfaga a todas las partes. «Queremos que la mesa sea lo más participativa posible porque es una obra que no solo afecta al barrio de Gamonal, sino a toda la ciudad», indicó el vicepresidente, José Antonio Moral.
Por el momento no hay fijada la fecha para la primera reunión, pero todos los partidos políticos han retirado las proposiciones que iban a presentar al Pleno de mañana porque prácticamente será monográfico sobre Gamonal e, incluso, el alcalde trata de que se consiga un acuerdo de todos sobre este asunto.