Recuperar el patrimonio local y aprovecharlo para nuevos usos. Es lo que en resumen pretende el Ayuntamiento de La Puebla de Arganzón, que tiene sobre la mesa un proyecto el aprovechamiento hidroeléctrico del agua del Zadorra. Pero no se trata de una nueva infraestructura en su conjunto, sino que la incitativa persigue recuperar el antiguo molino que había en el municipio a orillas del río para montar en él una central hidroeléctrica capaz de generar la energía suficiente para suministrar, por ejemplo, el alumbrado público del municipio.
De momento se trabaja con la tramitación del proyecto ante la Consejería de Industria de la Junta y ante la Confederación Hidrográfica del Ebro, y si ambos organismos son favorables, la intención es acometer unas obras que permitan montar una turbina. «Ahora estamos esperando a que nos den el visto bueno a todo, pero la idea es que la electricidad que se genere sirva para el alumbrado público, y el resto, si sobra, tal vez se pueda vender a la red o ser aprovechada por los regantes del municipio, pero tenemos que esperar a las resoluciones y autorizaciones, e igualmente a ver qué dice el Gobierno sobre las energías renovables», explica el alcalde, Roberto Ortiz.
El planteamiento ha sido informado favorablemente por parte de la Junta de Castilla y León a efectos ambientales. Y es que ya hay camino recorrido, porque el molino harinero existe y el edificio ha sido restaurado hace pocos años, e igualmente se cuenta con un salto de agua de 2,43 metros, que para este proyecto sí que habría que ampliar en cuanto a los litros por segundo, ya que para la central hidroeléctrica se pide pasar de los 708 actuales a 2.200 litros por segundo. «Con este caudal, la producción potencial estimada es de 294.697,16 kilovatios hora al año», recoge la documentación.
Para poder acometer el proyecto habría que hacer algunas pequeñas obras, pero el alcalde asegura que la idea es respetar al máximo lo existente del antiguo molino, ya que el objetivo del proyecto no es solo el de crear la central hidroeléctrica, sino «recuperar y poner en valor un elemento del patrimonio local y mostrar a los vecinos cómo antiguamente este molino que servía para la harina puede generar electricidad».