Un mes después de que se resolviera el conflicto entre la Consejería de Sanidad y el Hospital San Juan de Dios con el compromiso de la Junta de sacar a concurso la atención a pacientes de media y larga estancia y de cuidados paliativos, parece que el centro sanitario ha vuelto a la normalidad. Pero a la normalidad de los últimos tiempos, es decir, a que el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) no le mande todos los pacientes de ese perfil para los que San Juan de Dios tiene espacio, algo que no comprende el director, Guillermo Pérez Toril, y menos en este momento del año cuando se agudizan las enfermedades crónicas y la gripe está empezando a tener tintes epidémicos.
«Tenemos 79 camas ocupadas por enfermos del Hospital Universitario de las 96 que podemos ofrecerles, e incluso más, porque saben que estamos a su disposición pero los pacientes no llegan y eso que sabemos por los medios de comunicación que están teniendo problemas de espacio en el servicio de Medicina Interna».
Se refiere Pérez Toril a la información trasladada por la dirección médica del HUBU de que esa especialidad está teniendo en las últimas semanas dificultades para ingresar a todos los pacientes que precisan de su atención. Ayer, por ejemplo, tenían 186 ingresados y 85 periféricos, lo que supone una mayor carga de trabajo para el personal sanitario. Aún así, no hay planes de abrir la planta que permanece cerrada y, por lo que cuentan desde San Juan de Dios, tampoco de derivar a estas personas al hospital de la orden religiosa.
Por otro lado, el director confirmó que Sacyl sigue sin abonar las facturas pendientes desde el pasado mes de junio. «Ahora acabamos de enviarles la de diciembre pero no se nos ha pagado ninguna y nosotros estamos abordando las nóminas, que están siendo pagadas puntualmente, a través de un crédito».
Desde hace un año, la derivación de pacientes y su correspondiente pago dependen del HUBU y no de la Gerencia de Salud de Área como ocurría antes. «Hemos intentado hablar con el director del hospital, Miguel Ángel Ortiz de Valdivielso pero hasta ahora no hemos recibido respuesta».
Mientras tanto y a pesar de estas críticas, la calma ha vuelto al centro. Han desaparecido las pancartas reivindicativas que se colgaron en las ventanas y en las vallas, volvieron a llegar las ambulancias con enfermos (durante la crisis Sacyl fue reduciendo el número de pacientes hasta casi dejarlo vacío) y la plantilla sigue en el mismo número y con algo más de actividad que a finales del año pasado
Como se recordará, San Juan de Dios anunció formalmente su cierre si la Junta de Castilla y León no le pagaba por cada paciente lo que la orden religiosa consideraba un precio justo. Después de muchas negociaciones entre ambas partes se acordó que en estos primeros meses del año la Administración pondrá en marcha un concurso público para adjudicar la atención a pacientes crónicos y paliativos, al que se presentará San Juan de Dios.