Sin marketing, sin campañas publicitarias, sin apoyo institucional, sin ruedas de prensa... Y a pesar de todo, la belleza del monasterio cisterciense de Santa María de Rioseco ha logrado atraer durante los fines de semana de julio y agosto a más de 2.000 personas que avalan el atractivo de este monumento que la parroquia y Salvemos Rioseco tratan de sacar de la ruina y el olvido. Tras este éxito, los voluntarios que ofrecen una visita guiada, muchos de ellos estudiantes y profesores del IES Merindades de Castilla, han decidido extender la apertura del monasterio a todos los fines de semana de septiembre. Seguirán observando las miradas de asombro de quienes visitan el que fue el monasterio de mayor relevancia en Las Merindades junto con el de San Salvador de Oña y que hasta hace apenas unas décadas mantenía en pie buena parte de sus magníficas dependencias.
Actualmente, la iglesia, el claustro, la sala capitular y la cilla son las únicas que se pueden visitar en condiciones de seguridad y las que mejor estado presentan después de las tareas que el voluntariado ha realizado en ellas durante las jornadas convocadas en el verano de 2011 y este mes de agosto. Entre los pasados días 6 y 12, los voluntarios lograron eliminar las piedras que cegaban buena parte de los arcos del claustro y que se habían colocado durante los años en que el monasterio se convirtió en una granja de animales. Su finalidad no era la de dar mayor seguridad a los arcos del claustro, como podría parecer, y al ser eliminadas, la belleza de esta construcción de arquitectura clasicista, que comenzó a levantarse en el siglo XVII, es más palpable. Asimismo, las tareas realizadas han servido para terminar de instalar todas las losas del suelo de la Sala Capitular, montar su altar y consolidar la puerta de la sacristía, además de limpiar la zona del horno y de la fuente del pueblo.
Todo ello y las tareas de limpieza y retirada de escombros han hecho que la imagen del claustro, una referencia de Santa María de Rioseco haya mejorado mucho y lo seguirá haciendo, gracias a las obras que la parroquia programa comenzar este otoño. «Se consolidarán los arcos del claustro y se renovará la cubierta de la Sala Capitular con el objetivo de salvarla», explica el párroco Juan Miguel Gutiérrez, quien agradece los 4.000 euros aportados por todas las personas que han visitado Rioseco este verano y que se destinarán íntegramente a las obras de restauración.
Luces y sombras.
Numerosos trabajos realizados por los alumnos del IES Merindades de Castilla, como marcapáginas o pin, también sirven para recaudar fondos, al igual que todo lo recaudado por la venta del libro de Esther López Sobrado, Santa María de Rioseco, el monasterio evocado. La inversión prevista para esta primera fase de trabajos, que no han recibido ningún tipo de apoyo económico institucional, ronda los 35.000 euros. Asimismo, la parroquia, que ha visto denegada la ayuda que esperaba del Ceder Merindades para realizar un vallado perimetral del monasterio y así evitar que continúe su expolio, ha presentado una reclamación y espera que este organismo reconsidere su decisión.
Mientras tanto, el Monasterio de Rioseco sigue sumando apoyos, como el de los monjes de San Pedro de Cardeña, el monasterio cisterciense burgalés con el que tiene numerosas similitudes. Varios de ellos acudieron el pasado día 12 a cantar a la iglesia del cenobio en la fiesta que culminó la semana del voluntariado. Les escucharon cientos de personas.