El Torreón de los Guzmanes se suma a la oferta cultural ribereña

N.L.V. / Aranda
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700.000 euros. La Junta sufragó la adecuación de la construcción y su musealización, en un 60% sufragado por el ADRI

El director general de Patrimonio, Enrique Saiz, junto al prior de los Dominicos caleroganos, presentó la actuación. - Foto: DB

La amplia y variada oferta patrimonial de la Ribera del Duero burgalesa cuenta desde ayer, de forma oficial, con un nuevo valor en su nómina, el Torreón de los Guzmanes, la espléndida fortaleza medieval integrada en el complejo conventual dominico de Caleruega, que abre sus puertas convertida en un museo dominicano en el que, además de disfrutar de la propia construcción y las excepcionales vistas de la comarca que se contemplan al coronarla, permite adentrarse en la trayectoria histórica de la Orden de Predicadores. El director general de Patrimonio de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León fue el encargado de inaugurar estas instalaciones una vez se ha culminado un largo proceso de adecuación del inmueble y musealización en el que se han invertido en total algo más de 700.000 euros y se ha prolongado durante el último lustro. «Estamos de enhorabuena no solo por esta recuperación y puesta en valor del Torreón de los Guzmanes, sino porque poco a poco vamos poniendo en valor estos lugares ribereños que con el próximo acontecimiento de Las Edades del Hombre en Aranda van a ser esa constelación de espacios que queremos que sirvan para que todo el Sur de la provincia aumente su atractivo y el número de visitantes», incidió el responsable regional.

La actuación se inició en el año 2008 con la restauración propiamente dicha de la torre, incluida en el marco del Plan Pahis de intervención en el Patrimonio Cultural, en la que se invirtieron más de 538.000 euros sufragados íntegramente por la Administración regional. En una primera fase se llevó a cabo una intervención arqueológica, documentando el estado y las características de la cimentación del inmueble medieval, que inicialmente tuvo una función residencial, permitiendo conocer la fábrica original románica y las reformas modernas y contemporáneas.

La posterior recuperación del torreón desde el punto de vista arquitectónico se basó en rescatar aspectos, como la implantación del edificio en el entorno, con un nuevo basamento y acceso al mismo. Para ello se ejecutó un conjunto-pasarela exterior de acceso que -sobre el basamento del torreón, transformado en talud de adoquín-, da acceso a la puerta de entrada. También destacan la recuperación del número de plantas que presentaba en origen, la utilización de materiales más nobles o la creación de un remate, con la disposición de un nuevo elemento de cubierta de la sala de la última planta que permita el acceso al almenado del torreón para la contemplación del paisaje, dando una solución formal, volumétrica, estética y funcional.

Finalizada esta etapa, la comunidad de Dominicos ha llevado a cabo el acondicionamiento interior para posibilitar su musealización y uso como sala de exposiciones. En este caso, la inversión ha sido de casi 170.000 euros, de los que el 60%  ha llegado a través de los fondos del Programa de Desarrollo que gestiona la Asociación para el Desarrollo Integral (ADRI) de la Ribera del Duero Burgalesa.

Este espacio museístico tiene una concepción eminentemente informativa y se ha recurrido a la conjunción de elementos tradicionales y nuevas tecnologías para explicar desde los fundamentos de las fortalezas medievales hasta la figura de Santo Domingo de Guzmán, la familia dominicana y su trascendencia en la historia. Aunque aún hay que perfilar de forma definitiva cómo funcionará, en principio se prevé la oferta de cuatro visitas diarias, dos matinales y dos vespertinas, todas guiadas y para un máximo de 30 personas. El acceso a las instalaciones tendrá un coste de un euro.