El túnel de Estépar pierde otro verano y agrava el retraso que arrastra el AVE

H. Jiménez / Burgos
-

Problema con el movimiento de tierras. La empresa adjudicataria de la obra sigue a la espera de subcontratar unos trabajos que exigen maquinaria pesada especializada

El ritmo de la obra es mínimo, con apenas un puñado de operarios. - Foto: Valdivielso

 
El punto más problemático de la línea de alta velocidad entre Valladolid y Burgos ha desperdiciado otra temporada estival. El túnel de Estépar, un paso de 800 metros para salvar el monte de Las Calbezadas, sigue sin arrancar pese a que en el mes de junio el Gobierno anunció que los trabajos pesados se retomarían tras la solución de un problema con la adjudicataria del tramo.
Lo hizo por boca del senador del PP por Burgos, Jaime Mateu, a quien a su vez se lo confirmó el director de Explotación y Construcción del ADIF, Antonio Gutiérrez, en un encuentro en el que también estuvo presente el subdelegado del Gobierno, José María Arribas. La versión de entonces era que por fin se había solventado un trámite administrativo con la UTE adjudicataria formada por Altec Infraestructuras y Torrescámara Compañía de Obras, pero no ha prosperado. El propio Mateu admite ahora que la solución no ha llegado, aunque mantiene tras volver a interesarse en el Ministerio que podría desbloquearse en los próximos días.
La clave reside en el enorme movimiento de tierras que ha de ejecutarse para arrancar toneladas de materiales de la montaña. Inicialmente los trabajos se iban a ejecutar con un método de excavación tradicional, pero por cuestiones presupuestarias y técnicas hubo que modificar el proyecto (lo que provocó lo primeros retrasos) y se optó por un túnel en trinchera que primero tiene que cortar la ladera y después volverla a tapar.
El senador popular apunta a que la adjudicataria del tramo negocia la subcontratación del movimiento de tierras con varias empresas especializadas, que se esperaba que estuvieran sobre el terreno ya este verano pero que no ha sido posible. Al menos esa es la última información que él ha recibido por parte de ADIF, aunque no ha podido aclarar los motivos del nuevo retraso.
Con esta demora añadida se da por hecho que ya es imposible cumplir con el último plazo ofrecido por el Ministerio de Fomento, que hasta el cambio de Gobierno en 2011 hablaba de 2015 como horizonte de referencia. Los nuevos responsables, con la ministra Ana Pastor al frente, han optado por no dar nuevas fechas para no comprometerse, pero a la vista del bloqueo parece también improbable que la obra vaya a acabar en 2016. Más bien sería al año siguiente.
Hay que tener en cuenta que la obra actualmente en marcha solo es la de la plataforma ferroviaria. A partir de ahí habrá que sacar a concurso primero, adjudicar después y ejecutar finalmente la colocación de las traviesas, la electrificación del trazado, su señalización y realizar durante semanas (o meses) pruebas de circulación. Y todo eso llevará un tiempo considerable, más teniendo en cuenta los límites presupuestarios con los que ahora trabaja Fomento.
Basta decir que en la variante ferroviaria de la capital el montaje de las vías se licitó en julio de 2005, la electrificación y señalización en la segunda mitad de aquel año y sin embargo el desvío no entró en servicio hasta diciembre de 2008. Y hablábamos de 20 kilómetros, frente a los 80 que exigen la conexión hasta Venta de Baños. Hay trabajo para varios años.
En el túnel de Estépar no trabajaba absolutamente nadie la semana pasada (en todo el verano solo se realizó un pequeño movimiento en julio) pero sí antes y después. Cuadrillas sueltas de operarios, con tres o cuatro trabajadores y algún camión o furgoneta, levantaban pequeñas estructuras de hormigón necesarias para permitir la permeabilidad con los caminos agrícolas del entorno.
 
puente en Frandovínez. Más movimiento todavía se concentraba a la entrada de Frandovínez, donde el AVE se cruzará con el río Arlanzón y donde habrá que ejecutar el mayor puente del entorno. En comparación con otras grandes obras, o con el ritmo de construcción de otras épocas, el esfuerzo parece irrisorio. Y todo pese a que el senador Jaime Mateu insiste en el «gran interés político» que el Gobierno central tiene en el tramo de alta velocidad Valladolid-Burgos y que personaliza en la propia ministra Ana Pastor. ADIF, por su parte, no ha ofrecido explicaciones a las preguntas planteadas por este periódico sobre los trabajos realizados este verano y sus previsiones para los próximos meses o años. 
Si no coinciden en el tiempo la colocación de vías y traviesas con la terminación del túnel de Estépar el retraso no hará sino crecer y eso que, según datos conocidos la pasada primavera, hasta el momento la arcas públicas han empleado en los tramos de la provincia de Burgos 309 millones de euros. El gasto mayoritario lo concentran el entorno de Venta de Baños (83 millones) así como en los alrededores de la localidad palentina de Torquemada. Pero a la inversión ya realizada le queda mucho más para empezar a cobrar un mínimo de sentido.
 
¿Frontera norte de la verdadera LAV?
 
Cada vez cobran más fuerza los rumores de que el Burgos-Vitoria se solventará con el ‘tercer hilo’, más barato pero más lento 
 
 
Como en los tiempos en los que había dinero para todo, nadie quiere ser menos que el de al lado en las infraestructuras. Cada capital quiere tener su línea de alta velocidad (LAV) en toda regla, y no se admiten fácilmente los sucedáneos. Por eso el llamado ‘tercer hilo’ o ‘tercer carril’ se recibe con reticencia en aquellos lugares donde cada vez suena con mayor fuerza como alternativa.
Es el caso del tramo entre Burgos y Vitoria, cuyos proyectos ni siquiera han pasado del papel, no hay un solo kilómetro licitado ni en construcción y sobre el que el PSOE y el Gobierno vasco han expresado en los últimos días su preocupación.
La conexión entre el AVE de la meseta y la ‘Y’ vasca acumula un notable retraso y ese ‘tercer hilo’ ha surgido como posible solución en tiempos de ajuste presupuestario. Se trataría, en resumen, de utilizar la actual plataforma ferroviaria para tender un carril de ancho europeo por el que pudieran circular los trenes de alta velocidad provenientes de otros tramos donde la infraestructura sí que está pensada expresamente para este tipo de máquinas. En el caso de Burgos, por ejemplo, podrían venir desde San Sebastián-Bilbao o desde Valladolid por el trazado del AVE, y solventar el recorrido entre las capitales castellana y alavesa aprovechando la infraestructura existente con algunas mejoras.
 
Mil millones menos. Un documento interno del ADIF filtrado en junio, desmentido luego por el organismo y que costó la ‘cabeza’ a su autor, cifraba el ahorro de la ‘tercera vía’ en más de 1.000 millones de euros solo para el tramo Burgos-Vitoria al reducir la inversión prevista desde los 1.436 a ‘solo’ 405 que servirían para la renovación completa de la línea existente pero no para construir una nueva.
También en Asturias han surgido dudas sobre si el AVE se quedará en León y cruzará los túneles de Pajares con fórmulas intermedias que en ese caso permitirían ahorrar más de 2.000 millones.
A la espera de lo que decida el ADIF, también el PSOE ha llamado la atención sobre la escasa dotación presupuestaria que las obras de la alta velocidad tendrán para el próximo año en la provincia de Burgos. Serán 43,5 millones de euros según los Presupuestos Generales del Estado que suponen una rebaja respecto a los 45 de 2012 y sobre todo respecto a los 80 de 2011. Además, dudan de que la ejecución real se corresponda mínimamente con estas cifras.