Aciturri y la plantilla zanjan la crisis con un acuerdo

Ó.C. / Miranda
-

Los trabajadores de las tres plantas implicadas opinan que tras la negociación ganan poder adquisitivo y la empresa espera «volver a la normalidad». Los pactos se han cerrado en menos de una semana y lejos del límite del 7 de mayo

Imagen de uno de los piquetes informativos en la planta de Ircio. - Foto: Ó.C.

Los trabajadores y Aciturri dan por zanjado el conflicto laboral abierto en tres plantas de la compañía aeronáutica, dos en Miranda y otra justo en la frontera, en el vecino suelo alavés de Berantevilla. En menos de una semana de negociación, la firma y los comités de empresa han cerrado los acuerdos y ayer concluyó la ratificación en asamblea por parte de los empleados. Al ser centros de trabajo diferentes, los términos cuentan con peculiaridades, aunque desde los sindicatos se manifiesta que el objetivo por el que se convocó una huelga indefinida se ha logrado, ya que «la plantilla gana poder adquisitivo», afirman. La empresa remarca que el consenso se ha alcanzado lejos del límite del 7 de mayo y ahora se indica que «lo importante es retomar la normalidad y seguir trabajando que es lo que necesitamos para avanzar».

En la compañía liderada por el mirandés Ginés Clemente se subraya su voluntad negociadora en este conflicto, como a su juicio quedó demostrado después de levantarse el paro. Sin embargo, los sindicatos notaron la predisposición cuando las movilizaciones tuvieron un apoyo, más testimonial, en la factoría ubicada en la calle Ayuelas del polígono de Bayas, pero sobre todo apuntan que influyó el respaldo mayoritario en la planta de Ircio y Berantevilla. «Antes de la convocatoria de huelga sobre la mesa prácticamente no había nada y después ha habido avances significativos en prácticamente todos los puntos demandados», matizan en los comités.

En cuanto a la letra pequeña, reiteran que «en cada centro se ha llegado a un acuerdo distinto, con cantidades y porcentajes diferentes», pero en los tres casos «se consiguen los objetivos». Las tres plantillas implicadas salieron a la calle con una lista de asuntos pendientes, entre los que destacaban la conservación de las mejoras voluntarias, la equiparación de sueldos entre Berantevilla con las plantas de Miranda o el cobro de los atrasos. En todas, los sindicatos hablan de conquistas, aunque asumen que «no tenemos todo, porque en estos procesos hay que tener claro que también tenemos que ceder». 

Uno de los puntos más importantes en el conflicto tenía que ver con los complementos o mejoras salariales firmados de manera individual (...).

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este miércoles o aquí)