Desde el aire se tiene una visión privilegiada de las cosas. Ofrece una dimensión muy distinta a la mirada horizontal. Para medir una ciudad, basta con escalar al cielo. El rico archivo fotográfico de Diario de Burgos permite revisar el cambio registrado por la ciudad en las últimas cinco décadas. Su crecimiento, su desarrollo urbanístico que tanto la ha modificado en tantas zonas de la misma. Buena parte de las imágenes comparadas que ilustran este reportaje resultan casi sobrecogedoras.El actual barrio del G-3, convertido desde hace años en uno de los más populosos de la capital, se presenta como un erial de incipiente desarrollo en la fotografía más antigua, en la que sólo hay dos edificios construidos y otros dos por construir; algo similar ocurre con la panorámica de la avenida de Cantabria, donde se ven las torres de Río Vena y la Flex rodeadas de fincas vacías, con la glorieta de Bilbao nada arropada todavía.

El entorno de El Plantío y la Deportiva Militar también ha registrado en estas décadas un cambio profundo, aunque las instalaciones deportivas permanezcan. Notable es el contraste, en el centro de la urbe, del Complejo de la Evolución Humana, cuyo volumen sobresale en la panorámica actual, tan diferente a la pretérita, en la que todavía se ven los viejos cuarteles de Caballería que ocuparon el solar. También el castillo muestra hoy una cara bien diferente. Donde antes sólo había unas almenas ruinosas, hoy vuelve a parecer una fortaleza. El cambio menos visible es en el centro histórico, salvo por el tráfico rodado y los edificios rehabilitados.