El médico burgalés que sobrevivió a seis cánceres

ÁNGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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Gonzalo Calderón ha tenido seis diagnósticos de diferentes tumores en sus 33 años de vida. Ahora publica una guía en la que, con un estilo muy directo, da consejos para afrontar una enfermedad que aterra y que está rodeada de tabús

Gonzalo Calderón, el médico que sobrevivió a seis cánceres. - Foto: Luis López Araico

"Me llamo Gonzalo Calderón, tengo 32 años, soy médico y he superado cinco cánceres con sus correspondientes metástasis. Ahora que espero tener tu atención vamos con: 'Mi guía del súper viviente oncológico'". Así arranca este pequeño librito de apenas 14 páginas que puede descargarse gratuitamente en https://www.laguiadelsupervivienteoncologico.es/ y cuyo objetivo es dar consejos muy prácticos para lidiar con la enfermedad que más miedo da, esa a la que, indefectiblemente, se vincula a la muerte y que está rodeada de tabús. Gonzalo Calderón se ha puesto al servicio de quienes acaben de recibir un diagnóstico neoplásico porque es un auténtico experto en la materia, y no por su condición de profesional sanitario sino porque es un paciente desde que era un niño. Ahora está de baja del último leiomiosarcoma, del que le operaron en junio del año pasado y que ha hecho que el arranque de su guía se haya quedado viejo. Se lo diagnosticaron cuando el librillo estaba ya en la imprenta. Ahora debería decir: "Me llamo Gonzalo Calderón, tengo 33 años, soy médico y he superado 6 cánceres".

Tiene muy buen aspecto. Es un chaval moreno con el pelo cuidadosamente cortado en un mullet, unos brillantes ojos negros y una energía impensable para alguien a quien con diez años se le paró la vida normal de un crío de esa edad por culpa de un linfoma no Hodking. Desde 5º de Primaria hasta 1º de Bach estuvo estudiando en casa mientras iba y venía del hospital. Consiguió superarlo, obtener la nota suficiente para matricularse en Medicina, aprobar todos los cursos y el MIR y empezar la residencia de la especialidad de Familia en Palencia. En eso estaba cuando apareció el primer mesotelioma peritoneal, un tumor maligno, grave e infrecuente en el peritoneo, que es la membrana que recubre el abdomen. También pudo con él. Y con el segundo mesotelioma que apareció después y con los tres leiomiosarcomas (tumores malignos de la piel) posteriores que ha padecido. ¿Cuál es la razón de este rosario de enfermedades graves en un organismo tan joven? Es el Gonzalo médico el que responde para decir que son consecuencia de los fuertes tratamientos de radioterapia que recibió en la infancia.

Toda esta mochila vital, que a otras personas, como mínimo, se les hubiera hecho bola, la ha gestionado Calderón de una manera excepcional porque él es excepcional, según cuentan quienes le conocen bien. "Llevo desde los diez años enfrentándome y conviviendo con la realidad oncológica y, aunque he tenido muchos periodos de calma estupendos, por ahora siempre he vuelto al ruedo. Eso hace que sepa mucho acerca de cómo afrontar lo que a ti, recién diagnosticado, te espera a la vuelta de la esquina", se puede leer en la guía. Conviene hacerle caso.

El médico que sobrevivió a seis cánceresEl médico que sobrevivió a seis cánceres - Foto: Luis López Araico

Darte cuenta de que te puedes morir te hace ver las cosas de otra manera. El cáncer te permite mirar tu vida desde fuera, decidir si te gusta y cambiarla"

 

Cuenta que se decidió a escribir esta hoja de ruta para pacientes con cáncer "porque hacía falta" y porque "nadie explica qué hacer con la incertidumbre, el miedo, el cansancio emocional, las relaciones personales o el tabú que implica la enfermedad". Lo hace en un estilo directo, con tacos incluidos: "Lo que te está ocurriendo es una putada (...) una mierda enorme", afirma. Pero también intenta ayudar para que en medio del drama se pueda ver alguna cosa buena.

"La idea principal que sostengo es que pedir ayuda no es malo. Creo que la sociedad en la que vivimos hace que en la cabeza de todos esté la idea de que pedir ayuda y sentirse vulnerable es algo malo, que somos una molestia para quienes nos rodean y yo creo que es al contrario: cuando estás en una situación difícil la gente está deseando ayudarte y el hecho de que se lo facilites va a ser bueno para todos, para el paciente y para los demás porque van a saber qué hacer por esa persona".

Quiere romper Calderón la "conspiración del silencio" que se crea alrededor de quien tiene un cáncer. "Esto pasa mucho pero tenemos que empezar a entender que es una enfermedad más, con la diferencia de que lleva una carga de estrés adicional impresionante, una carga mental por la incertidumbre y por la ecuación de que cáncer igual a muerte, que aunque es falsa está ahí, y la gente, inevitablemente lo va a pensar", explica.

Ha querido escribir de forma expresa 'súper viviente', así, separado, porque para él, la enfermedad "ha tenido un puntito positivo, no todo ha sido malo": "Cuando tienes algo tan grave y que pone tu vida patas arriba de tal forma, hay una parte buena, que es que, de repente, estás fuera de todos los círculos viciosos en los que vivimos inmersos. Te encuentras en un punto en el que puedes mirar tu vida desde fuera y cambiar lo que no te gusta y preguntarte... ¿realmente estoy viviendo la vida que quiero o la que me han obligado las circunstancias? En este sentido, el cáncer es una excusa increíble para cambiar lo que no te gusta porque en ese momento nadie te va a decir nada, como mucho, que sigas adelante. Lo que quiero decir es que te puedes aprovechar del cáncer", indica con una sonrisa de oreja a oreja.

Lo último que necesitas y que quieres es que alguien te diga que no es para tanto o que te vengan con paños calientes. Hay que llamar a las cosas por su nombre"

La guía tiene ocho partes diferenciadas que describen distintos momentos del proceso u ofrecen consejos prácticos para solventar cuestiones domésticas. Habla desde la llegada de la noticia, a la tremenda incertidumbre que provoca, sobre la que Gonzalo explica, de una forma que resulta cómica, cómo hizo para superarla: "Yo, pese a ser ateo, usé la figura de Dios e imaginaba que no solo existía sino que estaba interesadísimo en que yo me curase. Dios existe y me quiere es lo que me repetía yo una y otra vez. Puedes usar un elefante rosa bailando si lo prefieres, pero hazte un lema y una imagen fuerte que te permita centrar tu mente en algo que no sea la incertidumbre. Repítelos en tu cabeza una y otra vez. El elefante rosa bailarín anticáncer existe y quiere salvarme".

Está convencido de que el estilo tan coloquial y directo que ha utilizado es algo que van a agradecer las personas que están pasando por esta situación, y aunque alguna pequeña crítica ha recibido en este sentido de quienes piensan que quizás no pone el foco demasiado en que muchos cánceres van bien y se curan, dice que cuando se está en esa situación "lo último que necesitas y quieres es que alguien te diga que no es para tanto o que te vengan con paños calientes. Hay que llamar a las cosas por su nombre, y tener cáncer es una mierda y una tremendísima putada... pero dentro de esto creo que se puede aprovechar lo que hay de bueno, sobre todo que una situación así es la excusa perfecta para darte cuenta de qué va bien y qué va mal en tu vida. Darte cuenta de que te puedes morir te hace ver la vida de otra manera y ver qué cosas importan y cuáles no, algo que la mayoría de la gente no sabe".

Este médico ha desafiado a cualquier estadística: "Por un lado he tenido muchos cánceres; por otro, he sobrevivido a ellos. Quizás los tratamientos que me dan me hacen algo menos de efecto pero mi cuerpo es más resistente, me han dado quimios que deberían haber hecho que se me cayera el pelo pero eso no ha ocurrido". En la actualidad (en junio le quitaron el último tumor) ni está en tratamiento ni toma una sola pastilla. Gonzalo Calderón se define como un tío normal de 33 años "que por circunstancias ha pensado en las cosas un poco más de lo normal", que cuando tenga el alta va a seguir con su trabajo de residente de Familia y que le está dando los últimos retoques a su próximo libro.