Fraile no se presentará a la reelección de UGT por «salud»

B.G.R. / Burgos
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Agotará su segundo mandato como líder provincial, que acaba en primavera de 2025, con la satisfacción de «mejorar el funcionamiento del sindicato»

Pablo Dionisio Fraile, ayer, durante la manifestación del 1º de Mayo en Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

Pablo Dionisio Fraile pronunció ayer el que «probablemente» será su último discurso como secretario provincial de la Unión General de Trabajadores (UGT). Lo hizo al término de la manifestación del Día del Trabajo, cuando en la Plaza Mayor su homólogo en CCOO, Juan Núñez, le cedió la palabra. «Estoy absolutamente orgulloso y ha sido un honor representar a la UGT. Perdonadme por los errores cometidos, que habrán sido muchos, pero mi satisfacción siempre estará con todos y cada uno de vosotros», sentenció.

Fraile hizo referencia a «problemas de salud» a la hora de explicar la decisión tomada. Momentos más tarde y en declaraciones a este periódico, anunció su intención de culminar su segundo mandato, que concluirá en marzo o abril del próximo año. «Todo dependerá de mi salud, pero a día de hoy me es muy difícil continuar», aseguró respecto a la posibilidad de dar marcha atrás a lo anunciado. Quiso hacerlo en el marco de esta movilización social a modo de despedida de ese discurso con el que lleva años cerrando la marcha. «Era un deber agradecer la ayuda y el trabajo de gente por haber representado al sindicato en días como hoy (por ayer)», afirmó. 

Fraile fue elegido secretario provincial de UGT en diciembre de 2016, optando a la reelección en las elecciones sindicales que se celebraron en marzo de 2021, en las que obtuvo el respaldo mayoritario de los delegados. De este tiempo, se queda con una «mejora del funcionamiento del sindicato, principalmente en comunicación». Además, destacó que las distintas delegaciones trabajan de manera más autónoma, lo que tradujo en una «mejora el servicio que se presta al conjunto de la ciudadanía y a los trabajadores». Son muchos los objetivos que le quedan por delante, si bien se detuvo en los empleados del sector servicios porque «son los peor pagados y los menos valorados».