Luis Abril echará mano de recuerdos en su pregón de San Lesmes

I.L.H. / Burgos
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El consultor burgalés, que fue bautizado en esa iglesia, dará la bienvenida a la fiesta el viernes 26

Abril hablará también de una celebración «más interior que pública» y del papel apaciguador del santo en época convulsa. - Foto: Alberto Rodrigo

Luis Abril Pérez ha sido pregonero de San Pedro y de la Semana Santa, y ha dado la bienvenida a la fiesta de la vendimia y al fin de semana cidiano, entre otros eventos. Ahora la Hermandad Adelmus le ha elegido para que dé el pregón de San Lesmes, el patrón de la ciudad, en la iglesia donde fue bautizado. «No contaba con ello, de verdad. Pero estoy encantado y contento porque para mí es muy especial. Es mi barrio (nací en el número 13 de la calle Vitoria) y en esa zona están mis orígenes biológicos», afirmó ayer desde Londres.

El consultor de grandes empresas y presidente del Consejo Social de la Universidad de Burgos añadió que a una invitación de ese tipo uno no se puede negar: «Te llaman, te lo piden y qué vas a decir si es algo a lo que no puedes poner una excusa. Pues que allí estarás. Cosa que por otro lado me hace mucha ilusión, lo reconozco».

La bienvenida a la fiesta del patrón de la ciudad tendrá lugar en una semana, el viernes que viene, en la iglesia donde está enterrado el santo francés. Para el acto que de la mano del Ayuntamiento se celebrará en San Lesmes, a las 7 de la tarde, Abril anda ya preparando el discurso que compartirá con los asistentes. «Lo quiero hacer muy cortito. En el de Semana Santa, que es el que más me ha costado en la vida, hablé unos 25 minutos y llegué a la conclusión de que es muy largo. Así que esta vez no quiero superar los 10-12 minutos».

Quien fuera director general de Banesto y del Banco Santander Central Hispano y secretario general técnico de presidencia de Telefónica piensa, para empezar, echar mano de sus recuerdos infantiles, «de cuando subía y bajaba por esas calles». También comentará lo que para él es San Lesmes, «una celebración festiva pero interior, o más interior que pública». «Un señor que viene de Francia, que no habla el idioma, que se queda aquí veinte años, muere y es enterrado en estas tierras tiene que tener algún tipo de influencia en la configuración de la ciudad y el talante de la gente», sostiene. «Estoy convencido que los burgaleses le debemos mucho. Pero no me refiero a los planteamientos históricos, que tiene grandes cosas que decir en el auge de Burgos en el Camino de Santiago. Voy más por lo interior, en lo que experimentó aquí y en lo que nos ha influido en cómo nos sentimos burgaleses».

Por último, cerrará su pregón hablando de tribulaciones, porque San Lesmes llegó a Burgos en tiempos con esas circunstancias y su papel fue apaciguador. «A ver si el espíritu del santo baja y nos indica el camino», concluye.