«La muerte es lo más democrático que existe»

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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Movistar + acaba de estrenar la serie de comedia 'Muertos, S.L.', cocreada por el burgalés Julián Sastre, cuya firma ha aparecido en otras grandes como 'Siete vidas', 'Aída' o 'El pueblo'

Julián Sastre comenzó con 24 años como guionista de ‘Sietes vidas’ y fue productor ejecutivo de ‘Aída’, la sitcom más longeva de la televisión. - Foto: Valdivielso

Ahí donde le ven, tan circunspecto, lleva más de veinte años haciendo reír a todo el país. Julián Sastre, que nació por casualidad en Córdoba en 1980, pero que tenía apenas un mes cuando su familia se trasladó a Burgos, de donde son, afirma que en esta provincia -en la que no se puede decir, en puridad, que abunden los genios del humor- también tenemos nuestro punto. «Las cosas que dicen las señoras saliendo de misa de San Lesmes pueden ser muy graciosas», explica este graduado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Salamanca, que con apenas 24 años ya era guionista en la exitosísima comedia Siete vidas creando textos para que los interpretara, entre otros, la inmensa Amparo Baró y que fue productor ejecutivo de Aída, una de las sitcom más largas de la televisión española y un auténtico referente del género. Ahora, Movistar + acaba de estrenar una nueva comedia negra, Muertos, S. L., de la que es coautor.

Con un elenco capitaneado por el indescriptible Carlos Areces y en el que están también Adriana Torrebejano, Diego Martín, Salva Reina o Manolo Cal, relata la gestión diaria de una funeraria, un negocio familiar con tensiones internas y personajes estrambóticos, para mostrar la cara más tragicómica de la muerte, la única certeza que existe en la vida. «Creo que la serie la normaliza porque los personajes la tienen muy integrada, para ellos trabajar en ese contexto es como hacerlo en una fábrica, es su normalidad. Una de las frases que dicen, 'no podemos apropiarnos de su dolor', es muy real porque si asumen todo lo que ocurre a su alrededor en ese contexto no pueden seguir adelante. Por eso, porque lo normalizan, se puede hacer comedia, porque la sociedad no lo tenemos nada normalizado, porque a los espectadores les puede chirriar y provocar esa cosa tan liberadora que es la risa».

No es una sitcom al uso y eso, dice, se nota desde el principio. «A mí me parece que es una serie con un toque bastante americano en la estética, pero sin risas enlatadas, tiene un punto en el que todo fluye de forma muy natural y en el que los gags entran solos. Se va viendo con una risa algo incómoda y de vez en cuando provoca una carcajada según lo que le guste o le incomode a cada uno. Creo que va a ser una vacuna contra el miedo que da la muerte, que es lo más democrático que hay porque nadie se libra de ella, y la risa es un buen antídoto».

Los diálogos de Muertos, S.L. llevan impregnado el estilo Julián Sastre que podría definirse como ácido, rápido y plagado de ironía y de irreverencia: «Cuando hacemos comedia tocamos las narices a la gente y siempre hay algo de incorrecto, sobre todo porque la gente se ofende cada vez más. No me corto más ahora que hace veinte años, pero tengo más en cuenta según qué cosas y soy muy consciente de que me expongo más, de que hay terrenos que son muy pantanosos... lo que pasa que es agradable meter el pie en el charco, entre otras cosas porque es prácticamente imposible hacer humor blanco, siempre va a haber alguien que pueda darse por aludido».