Tomás Carrió: «No haber ganado el año pasado nos motiva más»

ROBERTO MENA / Burgos
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Tomás Carrió, capitán del Recoletas Burgos Caja Rural, habla de «ilusión», de «ganas» y de que serán «los detalles» los que decanten la final de la Copa del Rey de rugby que este sábado enfrenta a los gualdinegros con el VRAC

Tomás Carrió posa en San Amaro mientras ata su bota izquierda, con la que realiza los pateos. - Foto: Valdivielso

Tomás Carrió es el catalizador del juego gualdinero. El capitán del Recoletas Burgos Caja Rural es imprescindible para el colectivo y sus pateos, tanto ofensivos como defensivos, son una de las armas del Aparejadores, más en partidos igualados como se prevé el de mañana en la final de la Copa del Rey. Por tercera vez en cuatro años el conjunto local tiene la ocasión de ganar el título. Perdió las dos anteriores finales, aunque el argentino asegura que eso no supone un lastre. 

«No haber ganado el año pasado motiva más. La presión la tienen ellos porque son el multicampeón, el que viene siendo primero hace diez años. Nosotros somos un conjunto pequeño que viene haciendo las cosas bien, con mucha pasión y entrega. Tenemos la mayor de las ganas posibles», explica.

Todos los protagonistas aseguran que los detalles serán los que decanten la balanza de uno u otro lado. «Cada pelota cuenta», advierte Carrió y recuerda a los suyos que «cada situación puede llegar a ser importante». La concentración debe ser máxima durante todo el tiempo que dure el partido. «Hay que estar siempre mentalizados y con el pie en el acelerador», expone.

Estarán frente a frente dos estilos de juego, el burgalés con un mayor dinamismo y el vallisoletano con más músculo y kilos. El '10' gualdinegro señala que su oponente tiene una primera línea «con varios jugadores de Nueva Zelanda que les hace tener una carrocería grande». VRAC apostará por llevar el partido al plano físico, aunque Carrió recuerda que el Aparejadores también es fuerte «en melé y en maul».
Una de las claves será imponer el juego que más convenga en cada momento del partido. El equipo que sepa manejar este aspecto tendrá ventaja en la final. El tres cuartos gualdinegro asegura que ese tipo de detalles los han estado trabajando en los últimos días para que nada falle en Valencia.

Ilusión y ganas. El vestuario burgalés está repleto de ambos sentimientos, e incluso Carrió asegura que existía hasta «ansiedad porque sabíamos con dos meses de antelación que llegaría esta final (...)».

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