San Gil viaja en el tiempo

I.L.H. / Burgos
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La iglesia prepara para verano una visita turística con realidad virtual que dará a conocer el papel del templo durante la Edad Media. Dieciséis personajes participaron ayer en el rodaje en Burgos

La grabación se realizó en la capilla de la Buena Mañana. - Foto: Luis López Araico

A Eduardo le ha tocado interpretar a un maestro de obra: «Soy el encargado», afirma, reiterando que lo es en escena y en la vida real. Pero para ponerse delante de las cámaras de la iglesia de San Gil no le ha valido la indumentaria que utiliza en su trabajo. El suyo ha sido un viaje en el tiempo hasta el medievo, cuando ayudaba a construir la que hoy es su parroquia. Su atuendo lo delata, al igual que a Roberto, vestido también con ropajes cedidos por asociaciones de recreaciones históricas. A él le ha tocado ejercer de peón, de operario que carga con las piedras de cantería.

Ambos recrearon ayer pequeños gestos del oficio encomendado delante de una tela verde -el croma- que será luego sustituida por un ecosistema audiovisual de 360 grados en el que se contará cómo vivía la gente y entendía la iglesia de San Gil en la Edad Media. «Lo que vamos a hacer con realidad virtual es reconstruir cómo era esta iglesia en varios momentos de su historia, en los siglos XIII, XIV y XV», explican Mario Alaguero y Adán Ruiz, miembros del equipo de la Universidad de Burgos que trabaja en este proyecto y que están detrás también de la visita virtual a las zonas altas de la Catedral: «Allí subimos a las alturas y aquí hacemos un viaje en el tiempo. En ambos hay que hacerlo a través de unas gafas de realidad virtual», detallan. El proyecto pensado para el visitante -foráneo o no- esperan tenerlo en verano.

De momento, lo que ayer rodaron en la capilla de la Buena Mañana fueron tres escenas que narran el impacto que tuvo esta iglesia, y a los burgaleses anónimos que fueron parte de su historia: canteros, vigías de muralla, maestros de obra, peregrinos, comerciantes, burgueses, campesinos, nobles, sacerdotes... Y así hasta dieciséis personajes de todos los estamentos de la Edad Media.

Roberto, como el resto de actores y actrices voluntarios, pertenece a la parroquia. Roberto, como el resto de actores y actrices voluntarios, pertenece a la parroquia. - Foto: Luis López Araico

Eduardo y Roberto fueron dos de ellos, a los que vimos en su papel, gesticulando despacio, sin hablar y sin apenas moverse del sitio. «En los entornos virtuales de 360 las escenas no tienen una narrativa tradicional en las que alguien elige un plano y quién entra o sale de él, sino que cada espectador se detiene en lo que quiera. Por eso lo que hacemos es grabar a los personajes en un bucle durante dos minutos para que entre todos formen una escena que tenga sentido y el espectador pueda montarse, digamos, su propia película».

A estas escenas se le unirán otras e incluso un cortometraje de animación con la historia del Cristo de las Gotas. «Es un proyecto holístico que intenta resumir toda la historia entre 12 y 15 minutos para que te hagas una idea de por qué San Gil por fuera parece una fortaleza y luego entiendas que está protegiendo lo de dentro, esa intrahistoria de la ciudad de Burgos». 

Mario Alaguero y Adán Ruiz lideran a un equipo de una veintena de personas que trabajan en el proyecto.
Mario Alaguero y Adán Ruiz lideran a un equipo de una veintena de personas que trabajan en el proyecto. - Foto: Luis López Araico

«San Gil es la iglesia que mejor puede contar lo que era Burgos en ese momento. Y es una forma de que el turista visite el templo y haga sostenible la parroquia. Pero lo más bonito es que se está creando desde aquí, con empresas burgalesas», añade el sacerdote Quique Ybáñez. La iniciativa la costea la parroquia, pero esperan ayuda de Junta, Ayuntamiento y otras entidades que han garantizado la financiación, «pero no se ha concretado».