Llegan las primeras sanciones por sacar bebida a la calle

D. ALMENDRES / Burgos
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El ocio nocturno percibe un mayor control policial en los últimos meses, aunque solo existe un marcaje especial en la calle Briviesca. Este año ya se han levantado tres actas, las mismas que en todo 2023

Algunos bares de San Juan y La Puebla ya han puesto carteles de aviso. - Foto: Luis López Araico

Los hosteleros de la capital muestran su preocupación y malestar al detectar en los últimos meses un mayor control de la Policía Local para evitar el consumo de bebidas en la calle fuera de los horarios fijados para las terrazas. Esta circunstancia ha provocado que algunos establecimientos hayan optado por colocar carteles de advertencia para sus clientes con el aviso del riesgo de multa, algo que ya ha sucedido.

En el primer cuatrimestre del año en curso ya se han levantado tres actas de sanción, las mismas que en todo 2023. En el caso de que consideren infracciones leves las multas oscilan entre los 30 y los 600 euros, pero los representantes del sector subrayan la dificultad de impedir que los clientes salgan a la calle con su consumición y plantean varias dudas.

Es habitual que muchos negocios que no tienen espacio para levantar una terraza aprovechen cada metro cuadrado disponible en la vía pública para instalar mesas altas o barriles que actúan de barras improvisadas. Pero en el escenario actual los clientes ya han advertido cómo los trabajadores les apremian a que terminen su consumición o a que la tomen dentro del local cuando retiran esos elementos del exterior llegada la hora establecida.

Félix Ángel García, intendente de la Policía Local, asegura que no hay una directriz específica para reforzar esta tarea y concreta que solo existe un control especial en la calle Briviesca al tratarse de una zona especialmente delicada del ocio nocturno. Del mismo modo, recuerda que la normativa prohibe consumir bebidas en la calle «a cualquier hora» fuera de los espacios habilitados para ello. «La norma afecta a todos los establecimientos y no hay ninguna instrucción concreta», recuerda.

Los agentes supervisan que la actividad de última hora y los cierres de los locales se desarrollen con normalidad. En esta labor también hacen especial hincapié en que no se consuman bebidas en la vía pública y el sector destaca la «severidad» mostrada en ese seguimiento de un tiempo a esta parte.

Los hosteleros aseguran que el control ejercido por el Cuerpo municipal comenzó hace medio año «sin previo aviso». En la gran mayoría de las ocasiones la actuación se limita a un recordatorio del necesario cumplimiento de las ordenanzas, aunque las sanciones ya son una realidad.

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