Sinopsis oficial
Los niños rompen accidentalmente una figurilla del Belén de colección de su padre y deben conseguir por todos los medios una igual, el problema es que es una pieza única de anticuario. Sara, la hija mayor rompe con su novio, Ocho, que intentará recuperar sus favores con la ayuda de su suegro, Javier. Precisamente el suegro de Javier, el padre de Marisa, será acogido en la casa familiar para pasar las fiestas tras su reciente separación, lo cual no dejará indiferente a la madre de Javier, Milagros.
La crítica -
Por Juana Samanes
Estamos en julio, pero la familia de Padre no hay más que uno 3, está a punto de celebrar la Navidad. Nos obstante, unos días antes, los niños rompen accidentalmente la figura del niño Jesús del Belén, una pieza a la que su padre guarda mucho cariño, por lo que se enfrentarán al problema de que, por su antigüedad, solo pueden encontrar otro igual en anticuarios y el precio es altísimo. Será entonces cuando todos los menores de la casa pongan todos sus esfuerzos por conseguir la cantidad necesaria para comprarlo. Además, llegará a casa el abuelo, el padre de Marisa, muy deprimido tras su reciente separación y Sara, la hija mayor, se hará "muy amiga" de un influencer llamado Big Bambini.
Por lo que habrán leído, Santiago Segura sigue con su saga familiar donde todo el reparto coral tiene su momento de gloria. Como su coguionista Marta González de la Vega, y él mismo, tienen un instinto especial para saber lo que funciona bien en taquilla, explota la comicidad de algunos miembros cercanos a la familia, como Ocho, el novio "singular" de su hija mayor, en ocasiones algo escatológico, pero también incorpora a Carlos Iglesias en el papel de su suegro, que representa muy bien a los mayores que se quedan solos, por uno u otro motivo, y se sienten "un estorbo" en todas partes, a pesar de ser recibidos con los brazos abiertos en una familia tan hospitalaria como la de la película.
Igualmente, Segura sigue apostando por un humor blanco que agrada a todos los públicos y donde los niños de la comedia siguen derrochando simpatía aunque Luna Fulgencio, la que posee más desparpajo y tiene más tablas, en esta entrega sobreactúa demasiado. Tanto es así que los espectadores infantiles se reirán más con las "tragaderas" del personaje que interpreta Sirena Segura quien, para ganar algo de dinero para comprar el niño, se convierte en una especie de "monstruo de las galletas", pero comiendo cosas inenarrables. Todo sea por una buena causa.
Con un claro homenaje a la simpática La gran familia, de Fernando Palacios, y a una de sus escenas más emblemáticas, la pérdida del menor de la familia, Chencho, en la Plaza Mayor, en esta ocasión el matrimonio protagonista tiene menos peso en la narración que los niños y los abuelos. Estos últimos aportan el elemento romántico de la historia, con una Loles León, interpretando a Milagros, que sigue demostrando que es una suegra de "rompe y rasga" sobre todo con sus hijos, no con sus nueras, a los que no perdona ni una.
Al igual que ocurre con las películas de Torrente, además del reparto coral habitual, también "amiguetes" famosos de Segura hacen un pequeño cameo en el film es el caso de Florentino Fernández (Flo), Carmen Conesa o Goizalde Núñez, además del cantante Omar Montes.