El Club Deportivo Bupolsa ya no existe. Un nuevo ciclo ha llegado al club, que a partir de ahora se pasará a llamar Club Deportivo Burgalés y centrará sus esfuerzos en el desarrollo del fútbol base en detrimento del primer equipo, que hasta el momento absorbía la mayoría recursos económicos. Esa plantilla aficionada estuvo en Tercera División en la campaña 2020/21, pero tras enlazar dos descensos ahora se encuentra en la Primera Provincial. Hecho que ha provocado que desde los nuevos cargos de dirección se quiera hacer un cambio de 180 grados en la filosofía del club.
Cristóbal Vives, director deportivo del fútbol formativo, fue el responsable de reunir 226 niños entre todas las categorías y en la siguiente campaña quiere que esa cifra acaricie los 300. Ya hay confirmados tres equipos infantiles, dos cadetes, uno juvenil, el aficionado y se está a la espera a poder sacar un segundo en benjamines (se está trabajando con escuelas de fútbol para que sea posible) y un tercero en alevines.
No solo se cambiará el escudo y los objetivos, también la estructura. Los equipos del CD Burgalés se dividirán en fútbol formativo (de benjamines a infantiles) y fútbol precompetición (cadete, juvenil y aficionado). «Queremos potenciar que el fútbol formativo se base en eso. Queincluya valores, promover actividades más allá del fútbol. Que sea social y que se aprenda a funcionar como grupo», añade Vives, que será la cabeza de un proyecto presidido por Francisco Maraver, afincado en Barcelona.
Labor social. Cada equipo dentro del club tendrá un patrocinador, lo que permitirá a las familias no tener que pagar la vestimenta necesaria para jugar ni la sudadera. Además, se implementarán unas becas que serán destinadas a aquellos miembros del club que no dispongan de los suficientes recursos. Ya hay dos empresas involucradas que han costeado seis becas en su totalidad y que permitirán que, cada temporada, varios niños puedan practicar fútbol.
Un campo propio. Entre los planes de la nueva estructura del Club Deportivo Burgalés está el llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de Burgos para convertirse en club gestor de un nuevo campo de fútbol, como hizo el San Pedro.
El proyecto, que ya se ha empezado a estudiar, podría estar listo para el curso 2023/24 ya que una obra de estas características podría estar terminada en un periodo récord de tres meses desde su inicio. Las posibles localizaciones que se barajan son el G3 y Capiscol.
«Con este proyecto daríamos el salto definitivo», expone Cristóbal Vives, director deportivo del fútbol formativo y cabeza visible del nuevo proyecto.