El tercer cierre en menos de un año ha sido la gota que ha colmado el vaso para los gerentes de los gimnasios burgaleses. Si con las dos primeras órdenes de clausura, en marzo y noviembre, nunca optaron por visibilizar en las calles su oposición con las decisiones de la Junta, el decreto que mantiene sus establecimientos cerrados a cal y canto desde el martes ha provocado un cambio radical de actitud. Una reunión durante la jornada de ayer acordó convocar una concentración de cara al próximo domingo 24 de enero. En un principio se iba a celebrar este próximo día 17, pero los plazos y la cercanía de la fecha han pospuesto la reunión para el ocaso de la semana que viene.
La jornada elegida coincidirá con la recta final de la orden de cierre que decretó la Junta, siempre y cuando la administración regional, a tenor del avance de los contagios de covid-19, no decida prorrogarla otros quince días más. «Los criterios no están nada claros. El sector está muy caliente y muy enfadado», explican a este periódico fuentes de la Asociación de Gimnasios de Burgos.
Junto a la decisión de salir a la calle para mostrar su frontal rechazo a las medidas impuestas, los gimnasios están barajando emprender acciones legales contra la Junta y la orden de cierre (...).
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