La Universidad de Burgos habilitó el año pasado una línea de ayudas extra para los alumnos con el fin de afrontar gastos derivados de la pandemia. La convocatoria benefició a 276 estudiantes de los 420 que optaron a la misma, mientras que en la de este ejercicio las cifras bajan bruscamente. Por un lado, la institución solo ha recibido 186 peticiones, de las cuales han sido atendidas un total de 141, menos de la mitad que hace un año, aunque el porcentaje de concesión ha sido mayor al pasar del 62 al 75,8%.
Estas subvenciones tienen por objeto la financiación de gastos como la adquisición o contratación de bonos de datos para las conexiones a internet; compra de recursos tecnológicos o de equipamiento, y paliar situaciones sobrevenidas de dificultades económicas motivadas por la covid vinculadas al desempleo o a Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). La mayoría de los beneficiarios se encuentran en este último apartado, seguidos del anterior. A la hora de explicar el descenso de solicitudes y concesiones, la vicerrectora de Estudiantes, Verónica Calderón, hace referencia a dos conceptos que sí que figuraban en la línea de apoyos d 2019-2020 pero que «ya no resultan necesarios».
Estos tienen que ver con la ayuda para pagar el alquiler de la residencia de los alumnos de fuera, «que seguían costeando un piso mientras estaban confinados en su domicilio familiar», a la que añade la que estaba relacionada con los gastos de desplazamiento del retorno adelantado de los universitarios que se encontraban en el extranjero cuando estalló la crisis sanitaria. «Sumaban 147 estudiantes, que en esta ocasión no han tenido esos problemas», manifiesta.
La responsable académica avanza que esta línea de apoyos extra se mantendrá durante el próximo ejercicio docente, al igual que el importe de su partida (100.000 euros). Además, anuncia la intención de su departamento de incrementar en otros 10.000 euros las ayudas propias al estudio de la institución, alcanzando así los 140.000 euros. Respecto a estas últimas, son las últimas en convocarse, ya que primero se espera a la resolución de las becas del Ministerio de Educación y del Gobierno regional.
En la convocatoria del curso pasado se recibieron 653 solicitudes, de las cuales se atendieron 125 (19%) para gastos de matrícula o alojamiento. El elevado número de denegaciones obedece, según Calderón, a que 253 alumnos ya habían recibido la ayuda del Estado o de la Junta, por lo que quedan de inmediato excluidos, añadiendo a este motivo, aunque ya en menor medida, otras razones como no cumplir con los requisitos económicos o académicos.