La segunda vuelta penaliza al Burgos CF

J.C.M. / Burgos
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Sus pobres números desde enero lo han dejado prácticamente fuera de luchar por el play off. Ha estado entre los seis primeros durante 20 de las 39 jornadas disputadas hasta ahora

Raúl Navarro se tapa la cara tras la derrota del Burgos CF en Anduva. - Foto: Valdivielso

El empate del domingo en Cartagena acabó con el sueño de un play off de ascenso a Primera División. Ese partido devolvió al equipo a la cruda realidad pero este desenlace ya se comenzó a gestar en el inicio de la segunda vuelta de la competición, allá por el mes de enero. Desde entonces el Burgos ha sido el quinto peor equipo de la competición, con solo cinco victorias. Ha sumado 19 puntos, cifra claramente insuficiente para mantenerse en esa pelea. 

La transformación del Burgos CF a partir de enero fue radical. El equipo de Julián Calero llegó a Navidades como un tiro. Se ganó la admiración de toda la Liga. Batía récords de todo tipo, su portero, José Antonio Caro, ocupaba portadas y lo situaban en equipos de Primera División; su entrenador, Julián Calero subía como la espuma en la rumorología del fútbol; y Michu despertaba elogios por todo España.
La fórmula del éxito no tenía muchos secretos. Julián Calero montó una estructura defensiva indestructible y a partir de ella jugaba el equipo e intentaba aprovechar la calidad de sus hombres de arriba, sobre todo Gaspar Campos, Curro Sánchez y Álex Bermejo.

Eran semanas felices, viendo al Burgos CF en lo más alto de la clasificación y con una afición entregada. El momento cumbre llegó en la jornada 14, cuando el Burgos ganaba en el campo de Las Palmas (0-2) y se colocaba en el primer puesto de la clasificación. Ya se podía hablar abiertamente de objetivos más ambiciosos, no solo de la permanencia, aunque desde dentro del vestuario se mantenía la prudencia.

Sin embargo, esta primera vuelta no acabó del todo bien, con derrotas ante Granada y Eibar, un empate en El Plantío ante el Huesca y la eliminación en la Copa del Rey contra el Eldense.

Pese a ello, el Burgos acabó la primera fase de la competición en la cuarta plaza, a solo tres puntos del liderato y pegándose con rivales de la talla de Las Palmas, Eibar y Levante, superando a Alavés y Granada. Ya por entonces asomaba la cabeza en la tabla el Albacete, séptimo.

Llegaron las vacaciones de Navidad y el estreno en 2023 en Mendizorroza, con una derrota que fue contestada de forma inmediata en El Plantío ante el Andorra. Fue a partir de entonces cuando llegaron los malos momentos. El Burgos ya no era tan sólido en defensa y ese déficit le obligaba a elevar su rendimiento ofensivo. Ya no era suficiente con empatar a cero o ganar 1-0, había que hacer más, y se estrelló contra sus propias limitaciones en ataque, donde solo Curro y Gaspar mantenían el tipo. El descenso en la clasificación fue inmediato y desde la jornada 26 ya no ha vuelto a ocupar posiciones de play off.

La esperanza se recuperó tras ganar al Racing, pero el pobre empate ante la Ponferradina, la derrota en Anduva y la igualada en Cartagena han acabado con sus opciones.