En la pastelería Juarreño se han despertado esta mañana de la peor manera posible. Las empleadas del local de los Soportales de Antón se han encontrado la puerta trasera, que da a la plaza de la Libertad, reventada. Misma estampa que en interior, el cual han destrozado para llevarse la máquina registradora con la recaudación. 

Ya solo el precio de esta máquina, valorada en unos 10.000 euros, ha supuesto un gran agravio para los responsables de este negocio. Pero es que, además, en su interior estaba la recaudación de la semana clave, ya que de por medio ha estado la celebración de fiestas como San Lesmes. 

Lo que ha sorprendido incluso a los agentes de la Policía Científica de la Comisaría Provincial es el pequeño agujero de cristal que abrieron para poder acceder al interior. Reventaron, creen que con el soporte de una de las sombrillas de la terraza, la parte de abajo de la puerta acristalada. Entraron sin dejar huellas, ni tampoco un mísero corte con los cristales. 

En cuestión de minutos, buscaron todo tipo de enseres para poder forzar la caja registradora. Ante la imposibilidad de abrirla, decidieron arrancarla de cuajo y llevársela. Con un peso de 75 kilos, hace pensar que fueron más de dos los responsables y que tuvieron que huir en algún transporte. 

Desde el local han lamentado que todo el trabajo de estos días termine de esta forma tan cruel. Confían en que la Policía Nacional logre dar con los autores lo antes posible.