Tras un año complejo, en el que pese a todas las dificultades a las que se han tenido que enfrentar han logrado terminar con un incremento en su facturación, la planta de Ferroli en Burgos ya está trabajando a todo ritmo para mejorar sus resultados este 2023. El principal punto de apoyo sobre el que girarán las inversiones del fabricante de radiadores de aluminio será un novedoso producto que nada tiene que ver con los que salen a diario de su fundición.
La fábrica al pie de Alcalde Martín Cobos ha logrado traerse desde Italia, país de origen de la multinacional, la fabricación de una estufa de biomasa estanca. En el seno del departamento de I+D que hay en el interior de las instalaciones burgalesas llevan meses trabajando en distintos prototipos con la intención de sacarlos al mercado en junio. «El consumo de biomasa está aumentando mucho en los últimos tiempos. Creemos que es una muy buena opción de futuro para Burgos», explica Víctor Gómez, director de la fábrica.
Aunque la marca ya comercializa este tipo de estufas, que se fabrican en el país transalpino, su auge en España ha provocado que la firma opte por encargar a la sede enEspaña su producción. «Hemos visto la necesidad de traerlas a nuestro mercado para ser más flexibles en la fabricación y competitivos», reconoce Gómez. El objetivo es llegar a sacar cada año cerca de 6.000 unidades de este modelo estanco, que evita que el aire de la vivienda y la combustión entren en contacto, lo que redunda en una mayor seguridad. Es más, se plantean incluso la posibilidad de, al igual que hacen en Italia, llegar a exportar la creación burgalesa al resto de países del mundo.
En total invertirán 1,5 millones de euros en la compra de toda la maquinaria y la instalación de la nueva línea de montaje. Este nuevo área conllevará del mismo modo la creación de alrededor de una decena de puestos de trabajo cuando esté a pleno rendimiento.
«Las tecnologías van cambiando. Antes todo era gasóleo y gas pero ahora estamos incorporando nuevos productos. Nos tenemos que ir adaptando», confiesa el director de Ferroli sobre la incorporación del pellet como nuevo combustible. Junto a las estufas de biomasa también se pondrá en marcha una línea de producción de calderas de hierro fundido. «Se hacen en Italia pero nos las vamos a traer a Burgos.
El mercado nacional en este sentido sigue siendo muy relevante frente a la disminución en el resto del mundo», indica Gómez. Apunta que las costumbres que han adquirido los españoles desde hace años de emplear este tipo de modelos han provocado esta decisión por parte del Grupo.
Esta inversión se suma a los 2,6 millones que ya se inyectaron a las instalaciones del polígono Burgos Este durante el año pasado. Con este dinero se logró mejorar el sistema contra incendios compartimentando distintos puntos del complejo para evitar percances. Además, se lanzaron dos nuevos productos desarrollados y montados en la capital castellana: un calentador de cámara estanca y una caldera Silent de 40 KW. «Nuestro objetivo es reducir las emisiones directas de dióxido de carbono un 25% en dos o tres años», asegura Gómez.
Un 2022 de vaivenes. El curso que acabamos de dejar atrás ha estado marcado por mil y un contratiempos para la industria. La falta de profesionales, el encarecimiento de las materias primas, la inflación, el precio de la energía, los cortes de las cadenas de suministro... todos estos factores han golpeado a Ferroli, que no obstante cerró el ejercicio con un incremento de su facturación. La planta burgalesa incrementó un 2% sus registros hasta alcanzar los 102 millones de euros.
El primer semestre fue muy bueno, aunque el segundo, una vez estalló la guerra en Ucrania, fue algo peor. Sin embargo, el empuje que tuvieron dos productos fue clave para cosechar estos registros: tanto las bombas de calor como la aerotermia ha sido las estrellas que han guiado a Ferroli durante 2022.«Hemos triplicado la facturación en estos artículos», resume Víctor Gómez. Con estos mimbres y el inicio de la producción de las calderas de hierro fundido y las estufas de pellet estancas, la marca italiana espera alcanzar en diciembre los 108 millones de facturación.
Mientras tanto, y hasta que no cese la tormenta energética y de materias primas, Ferroli mantiene abierto un ERTE para buena parte de su plantilla. Dirección y sindicatos pactaron prorrogar el expediente hace unas semanas, que afecta a buena parte de las 175 personas, que podrán ser incluidas cuando así se requiera.