El Ayuntamiento de Burgos ha abierto varios frentes para tratar de reducir los atropellos en la ciudad, que en el último mes y medio se han cobrado la vida de cuatro personas. Uno de ellos está enfocado al mayor control de la velocidad, para lo cual está previsto adquirir entre 10 y 20 nuevos radares que se colocarán en distintos puntos de la capital. Los planes iniciales incluyen la instalación, en el corto plazo, de entre 8 y 10 aparatos y, aunque sus ubicaciones todavía no están cerradas, hay algunas que hay que dar por hechas, puesto que la Policía Local considera que se trata de lugares de especial riesgo para el peatón.
Así, el intendente jefe del Cuerpo municipal de seguridad, Félix Ángel García, considera que la calle Vitoria debería contar con cinemómetro fijo, tanto en el tramo que separa la Plaza del Rey de la del Cid, como en el que recorre el barrio de Gamonal. Otro de los emplazamientos que figuran en la nómina de la Policía Local es la avenida de Valentín Niño, en el trayecto que discurre más próximo a las casas de la barriada de San Juan, donde los coches alcanzan más velocidad y donde los viandantes se la juegan en los pasos de cebra (...).
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