El servicio de autobús urbano en Miranda está logrando reponerse poco a poco del duro golpe provocado la pandemia. Durante el último ejercicio ha aumentado sus viajeros un 18% en comparación con el curso previo, 2021. Ahora bien, el dato total en la ciudad del Ebro se quedó en 348.647 personas durante 2022 y, por tanto, todavía no ha logrado recuperar todos los usuarios perdidos por la covid. Igualmente, tampoco ha podido cumplir con las estimaciones que hacía la empresa gestora en 2019.
Justo antes de que estallara la crisis provocada por el coronavirus, la entidad que gestiona el servicio de autobús urbano en Miranda esperaba crecer a lo largo de los siguientes ejercicios un 10% y alcanzar los 413.000 viajeros. No obstante, pese al incremento paulatino de la cifra, hay un déficit de 64.000 usuarios y para cubrir esta distancia debería darse otro aumento de un 18% durante el presente año, 2023.
Con todo, el director de la entidad que lleva la concesión, Jorge López, recalca que «el incremento del 18,4% es una noticia positiva, sin embargo, está por debajo de las estimaciones». Pese a ello, subraya que debe tenerse en cuenta que esas previsiones «fueron hechas antes de la covid».
Asimismo, comenta que «entendemos que la medida de bonificar un 30% los abonos de transporte ha incidido positivamente en el incremento de viajeros» y, además, explica que «la tendencia mes a mes confirma que es ascendente comparando cada mes con el mismo mes del año anterior». Por ejemplo, durante septiembre y octubre de 2022, justo cuando comenzó el descuento, el dato de usuarios creció un 14% si se compara con la cifra del curso justamente anterior, 2021.
Esos hechos empujan a López a confiar en que «esta tendencia continúe y que con el abandono de la mascarilla, en su momento, ayude a seguir fomentando el uso del autobús».
Ahora bien, el representante de la concesionaria del servicio de autobús urbano en Miranda considera que el aumento de viajeros durante el último curso no se ha traducido en un crecimiento «en la recaudación». Según analiza López, ha existido un «trasvase de títulos de transporte desde el billete ordinario hacia el billete reducido», que es al que se opta a través del abono.
Precisamente, esta cuestión se suma al incesante incremento de los precios de materias primas y el resto de gastos derivados del servicio. Dentro de ellos, López destaca «fundamentalmente, el coste del combustible». Así las cosas, entre que la recaudación no asciende al ritmo en el que lo hace el número de viajeros y la explotación del autobús urbano cada día resulta más cara, la entidad que lo gestiona considera que hay un «desajuste en el equilibrio económico de la concesión».
Nuevo descuento del 50%. La bonificación del abono de transporte urbano en Miranda ha impulsado el uso del autobús por parte de los ciudadanos. Al menos, así lo perciben desde la empresa gestora. Eso sí, ese descuento que se extendió entre septiembre y diciembre alcanzaba únicamente el 30% del coste total, mientras que desde enero, gracias a que el Ayuntamiento apoya la medida delGobierno y cubre un 20%, la rebaja alcanza el 50%. De esta forma, la evolución podría variar positivamente con el nuevo tipo aplicado.