El Consejo Económico y Social (CES) de Castilla y León considera «imprescindible» que se impulsen las infraestructuras ferroviarias pendientes para que la Comunidad se convierta «verdaderamente» en el enlace como puerta de entrada y salida a los puertos de las fachadas atlántica y cantábrica. Una operación para la que la institución considera necesario que se finalice el Corredor Atlántico y sus extensiones a su paso por Castilla y León, conforme a los requerimientos de la Unión Europea para que la Comunidad aproveche las sinergias con los puertos del norte para el movimiento de mercancías por el territorio nacional y europeo. Así lo expone en las propuestas que el CES ha remitido a la versión inicial de la 'Estrategia indicativa del desarrollo, mantenimiento y renovación de las infraestructuras ferroviarias integrantes de la Red Ferroviaria de Interés General', donde consideran que el esfuerzo de conexión que contempla el Ministerio de Transportes es «notablemente» más intenso en el caso del Corredor Mediterráneo, al que se vinculan siete puertos, que en el Atlántico, que se queda con cuatro.
La institución que dirige Enrique Cabero también remite otras demandas históricas de la Comunidad en materia de infraestructuras ferroviarias como la conexión ferroviaria del Corredor Atlántico con los puertos marítimos de Vigo, La Coruña, Gijón y Avilés a través de Palencia, León y Ponferrada mediante los tramos ferroviarios León-Ponferrada-Cobas y la variante ferroviaria del Puerto del Manzanal. Unos proyectos que el Consejo considera «esenciales» para el desarrollo de Castilla y León vinculados a la Red Transeuropea de Transporte (TENT-T).
Líneas de Alta Velocidad
También se apuesta, según recogió la Agencia Ical, por incluir tanto las líneas ferroviarias de Alta Velocidad Olmedo–Zamora–Ourense–Santiago, como las de mercancías que conectan los puertos de La Coruña y Vigo con el actual Eje Atlántico en Venta de Baños a través de Ponferrada, León y Palencia, y los puertos de Gijón y Avilés con el mismo eje a través de León, lo que garantizaría la mejora de la movilidad de personas y flujo mercancías. De esta manera, precisa, los puertos gallegos y asturianos se convertirían en una zona de influencia para Castilla y León, convirtiéndose en su 'hinterland' natural, y quedarían conectados al Corredor Atlántico a través de Castilla y León, asegurándose así el flujo de mercancías hacia la Unión Europea.
El CES tampoco se olvida en sus propuestas de completar la conexión de Burgos con la denominada 'Y' vasca a través de la conexión entre Burgos, Miranda de Ebro y Vitoria; finalizar la electrificación de la vía férrea convencional del tramo Salamanca-Fuentes de Oñoro para mejorar; y completar la conexión transfronteriza por tren con Portugal desde Medina del Campo, incluyendo la línea Valladolid-Palencia-Santander en la Estrategia.
Red convencional
En cuanto a la red ferroviaria convencional, el documento conocido ayer plantea potenciar la movilidad en los ámbitos rurales a través de servicios de cercanía e infraestructuras en los espacios que sufren problemas de despoblación; impulsar el corredor ferroviario convencional para facilitar el transporte de mercancías entre los puertos de Portugal, Castilla y León y el centro de Europa, a través de los pasos de pasos de Fuentes de Oñoro-Salamanca; Burgos-Irún; Ávila-Madrid y León- Galicia; prever la posibilidad de implementar un nuevo corredor de cercanías entre Palencia, Valladolid y Medina del Campo e incluir en la red global de mercancías al denominado tren directo Madrid-Aranda de Duero-Burgos.
En su conclusiones, el CESreconoce que el desarrollo de Castilla y León depende «en buena medida» de un aumento de la intermodalidad en el transporte terrestre de mercancías para incrementar la cuota ferroviaria, en términos de mejora de la competitividad por reducción de costes transporte, de reducción de la contaminación por las menores emisiones del transporte ferroviario, y de reducción de la dependencia energética.