"Hoy es un día muy duro para mí. Me toca despedirme de la que ha sido, es y será mi casa siempre". Así comienza la carta de despedida de Andrés González, que tal y como avanzaba hoy este periódico, no seguirá en el Burgos CF la próxima temporada.
El defensa burgalés de 32 años deja el equipo "de mi tierra, de mi ciudad y de mi corazón", con el que debutó en Segunda División B hace casi 13 años. "Cuando llegué al Burgos con 19 no era tan consciente de que estaba cumpliendo un sueño", reconoce hoy el ya excapitán blanquinegro, que se va "satisfecho" de haberse "dejado la vida siempre" por el escudo y de "contribuir al inicio de un futuro exitoso que está comenzando".
Agradecido a presidentes, directivos y entrenadores por "esa confianza depositada en mí", Andrés asegura que para él era "sencillo" anteponer estos proyectos a los de otros clubes porque "para mí era firmar un contrato para defender algo que considero mío". En su carta de despedida también muestra su gratitud por "el trato recibido durante estos nueve años" por parte de compañeros y empleados del club y destaca el "cariño desde que llegué" que le ha brindado la afición, "esas almas alentándonos en cualquier lugar" y "de la que depende un club que sin ella no sería nada".
Finalmente y en "estos momentos de tristeza" que vive, el defensa burgalés nombra a Antonio y Franco Caselli, que "aunque en su mandato ha llegado la decisión de no continuar como jugador, están haciendo un grandísimo bien por el club", remarca, y "desde que llegaron a la ciudad me han transmitido mucho cariño y me han tratado como un emblema en el Burgos CF", valora.
"Espero que esto no sea un adiós y pueda volver a defender a mi Burgos desde otra perspectiva. Le deseo lo mejor. Nos vemos pronto... ¡Aúpa Burgos!", concluye su carta de despedida Andrés, que añade los tres dorsales que ha lucido en la espalda defendiendo la camiseta blanquinegra: el 27, el 2 y en su última temporada el 19.
Andrés González debutó con el Burgos CF en Segunda División B a los 19 años y en la temporada de su estreno descendió a Tercera. Al final de la temporada siguiente, su buen hacer como blanquinegro le abrió las puertas del Eibar, y un año después se estrenó en Segunda División con el Salamanca.
En la temporada 2012-2013 pasó por el Racing de Santander antes de regresar a casa, al Plantío, donde ha jugado las últimas siete campañas, siendo un fijo en el 'once' para todos los entrenadores hasta la grave lesión sufrida en Mareo hace ya más de dos años y que marcó su última etapa como blanquinegro.