La hostelería volvió a ser el objetivo de los amigos de lo ajeno. Otra vez con nocturnidad, causando el mayor destrozo. En esta ocasión le tocó al Juarreño de los Soportales de Antón. Unos ladrones entraron de madrugada por la puerta trasera tras reventar el cristal y en cuestión de minutos se llevaron a la fuerza la caja registradora con la recaudación de toda la semana. Una máquina de 75 kilos de peso y 10.000 euros de valor. La propietaria, sin embargo, cree que se han llevado algo más: el esfuerzo propio y de sus empleadas.
«Nos han desvalijado», decía ayer aún con el susto en el cuerpo Mónica, la propietaria de este negocio que el domingo cerró una semana intensa, con varias fiestas de barrios y, sobre todo, la del patrón San Lesmes. Los ladrones que entraron de madrugada les arrebataron todo lo recaudado a lo largo de los últimos días. «Me da mucho coraje porque parte de ese dinero iba para pagar las nóminas de mis trabajadoras. Es como si te invadiesen tu intimidad y tirasen por tierra un trabajo digno», lamentaba.
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