La ciudad dispone de una red de 332 fuentes de consumo repartidas por toda la ciudad que el año pasado consumieron aproximadamente 11,1 millones de litros de agua (11.114 metros cúbicos) o lo que es lo mismo el equivalente a 4,4 piscinas olímpicas (una piscina tiene 2,5 millones de litros o 2.500 metros cúbicos). Estas cifras suponen un ahorro de 3,5 millones de litros como consecuencia de un menor uso por parte de los burgaleses.
El temor al coronavirus ha podido ser la causa de que los ciudadanos utilicen menos las fuentes que hay en la vía pública para saciar su sed, según reconocen desde la Sociedad Aguas Municipal, que se encarga de su gestión. A ello también se suma una mayor rapidez a la hora de reparar las fugas que se producen.
Y es que estas fuentes tienen un sistema de geolocalización que facilita el control y la rapidez a la hora de realizar arreglos a mayores de la limpieza constante de los vasos que se lleva a cabo por parte de los operarios. «El objetivo es mantener las fuentes en perfecto estado para que los burgaleses tengan acceso al agua, así como también los visitantes y se reduzca el uso de botellas de plástico», aseguran fuentes de la Sociedad Municipal.
De hecho, se ha hecho una apuesta por aumentar las fuentes hasta un total de 33 más en los últimos cuatro años. Además, los nuevos modelos son accesibles para personas en silla de ruedas al no presentar obstáculos a nivel de calzada y un surtido a baja altura que también facilita el uso para los menores. Todas las fuentes se abastecen del agua de la red pública, de modo que su calidad y potabilidad está garantizada.
Con la implantación de las áreas de esparcimiento canino, también se han instalado fuentes para las mascotas con bebederos a pie de calzada y separados de los bebederos para personas.
Paralelamente, la ciudad cuenta con 44 fuentes ornamentales cuyo mantenimiento está externalizado pero el control del consumo lo controla Aguas de Burgos. 36 de ellas disponen de contador 36 de ellas y a lo largo de 2021 consumieron 18.402 metros cúbicos de agua.
Las más conocidas por sus dimensiones son la de los Delfines, en la plaza España, y es la que más consume, la del parque Félix Rodríguez de la Fuente, la del paseo Marceliano Santamaría, la de la Flora, la del paseo Sierra de Atapuerca, la del paseo José María Villacián Rebollo (frente a San Amaro), la de la plaza del Compás de Las Huelgas o la de las Fuerzas Armadas. Todas ellas cuentan con una iluminación.
El actual contrato de mantenimiento y conservación ha finalizado este mes pero el Ayuntamiento tiene ya avanzado el nuevo concurso, al estar en periodo de evaluación de ofertas. El presupuesto base de licitación es de 224.932 euros por un periodo de dos años.