A menos de dos semanas de regresar a sus puestos de trabajo, Cerámicas Gala ha trasladado al comité de empresa de la compañía su intención de prorrogar el ERTE en vigor desde finales del pasado mes de octubre. La dirección ha convocado a los representantes de los trabajadores a un encuentro el próximo martes 3 de enero para abordar la situación actual de la firma y pactar una nueva fecha para el regreso más allá del día 9 previsto hasta ahora.
Este anuncio, del que no han trascendido más detalles tal y como apuntan fuentes del comité de empresa, ha caído como un jarro de agua fría entre la plantilla. «Por supuesto que no lo valoramos de forma positiva», reconoce el presidente del mismo, José María Díez, de CCOO. Parte de ese enfado radica también en el bloqueo que sufre la negociación colectiva para sellar un nuevo convenio colectivo. «Estamos en casa con salarios de 2021», denuncia. La empresa argumenta para aplicar el ERTE que acumula un gran stock de producción de sanitarios, cuyo origen está en la «ralentización de la demanda» en el sector de la construcción. En ningún momento se recurrió durante las reuniones para pactar las condiciones al argumento del encarecimiento de la energía, algo que los trabajadores esperaban cuando los cinco grandes hornos con los que cuenta la fábrica del polígono de Burgos-Este se alimentan con gas.
Las tareas de comercialización de la producción y de expedición de pedidos se mantiene activas, aunque no haya fabricación. ElExpediente de Regulación Temporal de Empleo afecta a 202 de los 307 trabajadores del fabricante de equipamiento de baños, que podrán estar inmersos en el mismo hasta 77 jornadas laborales.
Es el segundo ERTE que vive Gala en los últimos dos años, aunque el anterior se aplicó por la afectación por la pandemia y la covid-19 de toda una sección de la fábrica.