Aprender el oficio con quien mejor lo conoce

R.E. MAESTRO / Melgar
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Melgar de Fernamental une a dos generaciones en una visita al museo etnográfico en la que los mayores explicaron antiguas labores y profesiones a los alumnos del instituto

En la jornada participaron más de una veintena de estudiantes de primero y de cuarto de la ESO del instituto Odra-Pisuerga, que fueron divididos en varios grupos para recorrer las múltiples salas. - Foto: Valdivielso

Dolores Rojo comenzó desde muy joven a llevar las riendas de su hogar y ahora, a sus 86 años, manifiesta la dureza de las tareas que exigía el día a día en aquella época. Ana Zorita, de 69 años, y Sole Martín, de 76, también conocen a la perfección todos los oficios clásicos, que van desde la elaboración del pan hasta la realización de quesos o morcillas. Nadie mejor que estas vecinas de Melgar de Fernamental para ejercer de maestras y transmitir a las nuevas generaciones todos sus conocimientos.

Los alumnos de primero y cuarto de la ESO del instituto Odra-Pisuerga de Melgar recorrieron este miércoles el museo etnográfico de la localidad y tuvieron el privilegio de contar con las explicaciones de aquellas personas que mejor saben emplear cada una de esas herramientas. «Ahora les cuentas muchas cosas y creen que no es para tanto, pero se pasó mal», comentaba Dolores, la más veterana, recordando viejos tiempos. Eso sí, también expresaba su alegría por poder llevar a cabo una jornada como esta donde aproximar todos estos oficios a los más jóvenes.

La actividad realizada en el museo Pilar Ramos de Guerra se enmarcaba como el I Encuentro Intergeneracional organizado por el instituto en colaboración con el Ayuntamiento de Melgar. Y permitió que los mayores de la localidad,  conocedores de aquellos trabajos casi desaparecidos, como labradores, tratantes, herreros o carpinteros, tuvieran un contacto directo con chavales de 12 y 15 años. Un viaje al pasado de la mano de sus protagonistas pensado como un enriquecimiento mutuo. «Yo había visto el museo el año pasado, pero no nos lo explicaron tan bien como las personas que lo han vivido», decía Hamza, alumno de cuarto.

Entre los numerosos elementos que se presentaron en la cita se encontraba el banco bregadero para amasar el pan sobado, la artesa para amasar la harina a la hora de hacer el pan o la prensa para quesos con el fin de exprimirlos y compactarlos. El tema de la elaboración de los alimentos se convirtió en uno de los que más interés despertó a los estudiantes, que no dudaron en preguntar sus dudas o hacer entrevistas sobre su vida a los expertos en la materia. «Yo he visto desde pequeña la matanza y lo he hecho manualmente, de los cerdos se aprovechaba todo, con ese animal comíamos todos», comentaba Isabel Reguero, que procede de Villasilos aunque lleva ya 48 años en Melgar de Fernamental.

La mujer ha tenido desde la antigüedad un papel protagonista en las diferentes labores relacionadas con el textil, con cuestiones como la obtención de tejidos, el hilado o la elaboración de prendas para abrigarse. Mari Carmen fue la encargada de explicar en la sala dedicada a esta sección cada una de las curiosidades, como los soportes y técnicas para hacer las sábanas o los manteles. ¿Y qué son los bastidores? Pues los jóvenes descubrieron que se trata de utensilios sobre los que se sujeta una tela para mantenerla tensa y tejer sobre ella.

Tampoco faltaron las explicaciones de Arturo en el apartado de carpintería, ya que se dedicó a dicha profesión y la conoce a la perfección. Mientras, Paco habló de la agricultura y la ganadería de la zona. Este se convirtió en uno de los apartados que conquistó a Eva, alumna de primero. «Me gusta mucho la agricultura y la ganadería, me parece muy interesante; también me han sorprendido los utensilios de cocina, que los hemos reemplazado por máquinas que enchufamos y hacen todo en un momento», desarrolló. Además, como explicó Laura Salvador, directora del centro, con la actividad también se buscaba esa integración entre aquellos que comienzan este curso la ESO y aquellos que la acaban.