El Real Burgos está a punto de ser historia. Ayer se celebró en la sala Polisón del Teatro Principal la Asamblea General Ordinaria y a continuación otra Extraordinaria. Como resultado, la sociedad anónima deportiva rojipardilla ha entrado en proceso de disolución y Juan Antonio Gallego ha sido relegado como presidente.

A la cita acudieron representantes del Ayuntamiento de Burgos, de la Diputación Provincial, así como un accionista minoritario. Gallego no estuvo en la Asamblea. Lo primero que hizo el Consejo de Administración fue votar en contra de las cuentas de la campaña 20-21. Se entregaron ayer mismo en mano y no estaban completas.

Posteriormente se reprobó la gestión social de la entidad, debido a que no ha competido ni en la anterior campaña, ni en la actual. Para ello se hizo constar un certificado de la Federación de Castilla y León de Fútbol en el que constaba que la SAD rojipardilla no había inscrito a ningún equipo en estas dos temporadas.

Después se dio paso a la Asamblea Extraordinaria, en la que directamente se votó la disolución de la sociedad por no cumplir los fines sociales con la que se creó, que eran los de tomar parte en competiciones futblísticas. Una vez que la votación salió a favor de esta disolución, Juan Antonio Gallego fue relegado de su cargo como presidente, así como se nombraron a tres liquidadores, que serán los encargados de culminar este proceso y elevarlo a lo público.

No está descartado que pueda haber un recurso a este proceso, aunque las dos instituciones públicas involucradas están convencidas de que todo se ha llevado por los cauces legales y que no existe marcha atrás, por lo que el Real Burgos dejará de existir en próximas fechas (...).

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