Las Fiestas Patronales de Miranda han comenzado y, a juzgar por el estado de la Plaza de España durante el pregón de ayer, la ciudadanía estaba deseando escuchar el cohete anunciador explotando en el cielo. Eso sí, antes de ese sonido llegaron varias intervenciones. La concejala de Fiestas y Ferias, Inés Busto, abrió el acto, aunque rápidamente cedió el merecido protagonismo a Alejandro Serrano. El afamado chef que, con apenas 25 años acumula ya una Estrella Michelin y un Sol Repsol, dio un extenso y medido discurso, con calma y entusiasmo a partes iguales. Frente a él había centenares de personas de todas las edades, aunque los jóvenes no destacaban por su presencia. Sin embargo, el mensaje del cocinero estuvo claramente dirigido a ellos, a su generación.
«Siempre llevo a Miranda por bandera, para que conserve su esencia en un mundo despersonalizado y uniformizado, pero también para que progrese», expuso Serrano en los compases iniciales del pregón. «Hoy no es mi tarde sino la vuestra y por eso, quiero hablar sobre lo que deseo para esta ciudad, de cómo los jóvenes tenemos el reto de la renovación y lo que podemos conseguir juntos con unidad, compromiso y creatividad», continuó. Acto seguido, el chef pidió a los muchachos de su edad que «entiendan que pueden hacer lo que se propongan».
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Precisamente, el cocinero se alza como un gran ejemplo de quien lucha por sus sueños. Y de quien termina cumpliéndolos, por supuesto. Por ese motivo, declaró que le «encantaría que muchos de los chavales presentes en la Plaza de España os veáis inspirados con mis palabras» y que «no dejemos que el talento de los jóvenes mirandeses se vea obligado a ir a otras ciudades más grandes». «Con estas palabras me encantaría poder liderar una misión que promueva el emprendimiento», añadió.
Además, lanzó un «mensaje a la alcaldesa y a su equipo de Gobierno para que me acompañen en un momento en el que estoy seguro de que el talento de Miranda tiene muchas cosas que contar». «Aquí tenemos talento para exportar», insistió. En este sentido, no solo cimentó su argumento en su propia figura. También tuvo importantes guiños para el tejido productivo y los promotores de cultura que representan al municipio. «Siempre estaré eternamente agradecido y deberíamos estarlo todos los mirandeses por tener grandes referentes que desde jóvenes han apostado por esta ciudad, como Ginés Clemente, Ramiro Molinero y Gonzalo Antón, entre otros», alabó (...).
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