La detención de un menor, tras un forcejeo con la policía que se inició cuando le exigieron llevar mascarilla, ha suscitado polémica por la actuación policial. En un vídeo grabado por testigos, se observa cómo un agente reduce con contundencia al joven (14 años), que intenta zafarse durante unos minutos antes de ser esposado e introducido en el vehículo policial.
Los hechos ocurrieron a las 14.40 horas en la Ronda del Ferrocarril cuando una patrulla de Policía Local observó al chico caminando con la mascarilla mal puesta. Después de hacer caso omiso a los continuos requerimientos de los agentes para que se la colocara, procedieron a identificarle, momento en el que apareció la madre, que también finalizó detenida, al parecer con su mascarilla en el brazo.
Tras una breve discusión con forcejeos, según la versión policial, el joven intentó agredir con la cadena del perro a uno de los agentes, hechos que la familia niega tajantemente. En este instante es cuando se procede a reducirle, actuación que queda grabada en las imágenes, en las que se puede apreciar que el agente inmoviliza al chico en el suelo con ayuda de rodillas y brazos, ante los gritos desesperados del detenido, que durante un buen rato opone resistencia hasta que finalmente es esposado e introducido en el coche.
Contundente detención en MirandaEn la secuencia de algo menos de dos minutos, que solo documenta una parte de la actuación ya que no se ve el origen de la misma, se puede escuchar a los familiares pedir al policía que no ejerza tanta presión sobre el chico cuando ya está casi inmovilizado, así como llamar «abusador» al propio agente.
También se aprecia como en un momento de máxima tensión, para intentar que suelte al menor, la madre golpea por detrás al policía, quien según ha podido saber este periódico ha presentado un parte de lesiones al tener daños en el pómulo. También la familia de los detenidos va a presentar denuncia al considerar que ha habido exceso de fuerza con un niño de 14 años.
Según la versión policial, se utilizó la «mínima fuerza indispensable», teniendo en cuenta que el joven no dejaba de dar patadas y revolverse. Además se asegura que mientras estaban siendo detenidos, tanto la madre como el hijo manifestaron estar en cuarentena por el coronavirus. Sin embargo, este hecho no ha podido ser contrastado por los datos que se manejaban en el hospital, ya que no figuraba que se les estuviera haciendo un seguimiento por contacto estrecho con algún caso positivo.
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El menor y la madre se enfrentan ahora a una multa por no cumplir el protocolo sanitario así como un posible delito de resistencia y agresiones a la autoridad, ya que en el parte consta que amenazaron a los agentes durante el traslado al hospital.