Alba García se dio de alta como autónoma tres días antes de que PedroSánchez declarase el estado de alarma. «A peor ya no puedo ir», se ríe. Superada la bofetada inicial, ha terminado por ver la covid-19 como «una oportunidad» para que los ayuntamientos más pequeños descubrieran que «hay vida más allá de las verbenas» y empezaran a pensar en programar otro tipo de actividades para responder a las demandas culturales y de entretenimiento de sus vecinos, precisamente la especialidad de su pequeña empresa.
Servicios de DinamizaciónRural, que así se llama, nació de la vocación de una mujer de pueblo (Huerta de Arriba), historia de formación y política por vocación, que no se resigna a dejar morir a los cientos de municipios y pedanías que esperan las bombonas de oxígeno público prometidas por administraciones de todo signo y que nunca llegan. «Hacemos charlas, pequeños talleres, ayudamos a los pueblos a solicitar subvenciones, también desarrollamos proyectos turísticos, páginas web», explica. «Todo con pueblos muy pequeñitos», incluidas las pedanías que ni siquiera disponen de la página web que hace más de una década puso en marcha la Diputación de Burgos y que en la inmensa mayoría de los municipios carece de utilidad, porque no está actualizada, amén de resultar compleja de manejar.
Este domingo, Alba García va a estrenar el programa Demanda con-vivencias de ElValle Digital, uno de los primeros frutos tangibles de esta red de voluntariado gestionada por el grupo de acción local Agalsa en la que colaboran más de 800 vecinos y descendientes de 60 localidades agrupadas en torno a la Sierra.
Alba García es una de esas voluntarias, aunque por falta de tiempo no participa en ninguno de los 28 grupos hoy activos. Pero sí envió una propuesta de taller, que ha resultado seleccionado. En Origen «mezclo mi experiencia como guía, más lo que sé como historiadora y por ser de allí y haberme pateado el monte mil veces», detalla. Tras una pequeña introducción teórica en las escuelas de Huerta de Arriba comenzarán las prácticas de historia, naturaleza y trashumancia en dos yacimientos arqueológicos y en la dehesa que lleva hasta el roble milenario, uno de los 11 árboles singulares de Burgos, donde iniciará a los participantes en los llamados baños de bosque. El almuerzo serrano, incluido en los 20 euros que cuesta la actividad, al igual que los materiales didácticos, completará la jornada (inscripciones en el 610384836).
García considera «interesante» el proyecto de ElValle Digital, sobre todo por la posibilidad de «poner en contacto a personas que se han dado cuenta de que trabajando juntas se pueden conseguir cosas» y de animar a los ayuntamientos a que experimenten otro tipo de actividades, «más allá de las verbenas», insiste. No obstante, se mantiene en la creencia de que deben ser las administraciones públicas las que «tienen que apoyar a estos entornos rurales», asume. Y a día de hoy no encuentra apoyo contra la despoblación, ni en lo privado ni en lo público.