72, 7 kilómetros separan la localidad ribereña de Tubilla del Lago de Villangómez, en el páramo del Arlanza. Otros 68,6 hay que recorrer para llegar desde esta a Belorado. Tres pueblos, tres comarcas, tres paisajes y un pasado rural no tan diferente. No es el único nexo en común, también lo es que los tres llevan años apostando por el 'street art rural' y ya ocupan un lugar destacado en el mundo del muralismo, incluso a nivel internacional.

Juntos suman un centenar de murales que dan color y vitalidad a sus calles, con esas paredes que desprenden a su paso el olor a pintura y que hacen fijar la mirada para desentrañar qué se esconde en cada dibujo y quien está detrás de ese arte. 

Son muchos los artistas que han dejado en cada pueblo su impronta, y ahora los tres van a compartir el arte urbano de uno de los más reconocidos, el mirandés Esteban Espinosa, más conocido por su apodo, Tinte Rosa, el nombre de la firma que creó hace 6 años. El pasado año, su mural Artista vocacional, situado en la intersección de la Avenida República Argentina y la calle Altamira de Miranda, fue reconocido como el mejor del mes de octubre y el sexto mejor del mundo por la web Street Art Cities. 

Tinte Rosa ha sido seleccionado para realizar el proyecto Tuvibe, propuesta conjunta presentada por los tres municipios a la convocatoria de Sodebur que financiar iniciativas conjuntas de desarrollo turístico. El presupuesto ronda los 10.000 euros y tendrá una ayuda de la Sociedad para el Desarrollo de la Provincia del 50%. 

El proyecto Tuvibe contempla llevar a cabo tres intervenciones artísticas, una por cada localidad, con el mismo hilo conductor. El nexo de esta trilogía es el mundo rural, dividido en tres etapas del tiempo; el pasado, el presente y el futuro.

El proyecto nacerá en Tubilla donde el artista plasmará el pasado, simbolizado en la flora y fauna que caracterizan al municipio y su entorno. Las personas mayores tendrán el mayor protagonismo porque ellos fueron los pionero, los primeros en sembrar la tierra y cuidar el ganado y el paisaje forjando su destino y abriendo un futuro económico en el ámbito rural. 

La intervención pictórica del presente quedará plasmada en Villangómez, donde tendrá mucha importancia el entorno. Estará representado por una joven que, gracias al legado de sus antepasados, puede llevar las riendas de la agricultura. Este mural es un canto a los conocimientos transmitidos de generación en generación. Finalmente, la trilogía se cerrará en Belorado donde los más jóvenes representarán ese futuro que está por venir y que ellos tienen que construir, valorando sus raíces, pero aportando nuevos conocimientos e ideas donde la tecnología será protagonista. La idea es crear una ruta que lleve de un pueblo a otro para disfrutar del arte urbano. 

Los tres ya han elegido las paredes donde se plasmará el proyecto. Por sus grandes dimensiones, en Tubilla y Villangómez serán en naves agrícolas, y en el caso de la villa beliforana se hará en la pared más pequeña de un inmueble en la Avenida Burgos. Las intervenciones comenzarán en un par de semanas y estarán finalizadas el 20 de junio.