Los corredores comienzan a hacer sus planes después de que la UCIhaya anunciado el nuevo calendario. La Vuelta a Burgos mantiene las fechas inicialmente previstas (del 28 de julio al 1 de agosto) y, de celebrarse, será la primera competición en Europa tras el obligado parón. Ciclistas como Mikel Landa, una de las estrellas del pelotón internacionales y ganador de la edición de 2017, ya ha anunciado que le gustaría regresar en la prueba provincial. «Burgos es una carrera que me gusta mucho y cada vez que la corro es especial. Todavía no he hablado con el equipo, pero creo que sería un buen inicio», comentó el corredor alavés en una entrevista online que mantuvo con diversos medios nacionales.
La presencia del líder del Bahrein supondría una gran noticia para la ronda y no es descartable que otros líderes, sobre todo españoles, puedan tomar esta misma opción, ya que todos ellos quieren comenzar a preparar la nueva temporada y la Vuelta a Burgos supondría el primer test para comprobar su estado de forma.
A la organización de la prueba burgalesa está llegando la solicitud de una gran cantidad de equipos. La mayor parte de las escuadras World Tour están interesadas en disputarla, lo que aumentaría el interés y la repercusión de una competición que sigue en el aire y sobre la que los mandatarios políticos tomarán una decisión en los próximos días.
El martes está previsto que César Rico, presidente de la Diputación, dé una rueda de prensa en la que dará a conocer «la postura de la Institución Provincial». «La decisión del equipo de gobierno se tomará estos días teniendo en cuenta todas las circunstancias posibles ante la situación que estamos viviendo actualmente», concluye la convocatoria enviada a los medios de comunicación.